El comercio electrónico vive una época dorada causada por la pandemia de Covid-19. De acuerdo con la empresa procesadora de pagos Adyen México, entre 2016 y 2019 el volumen de ventas retail vía digital era de 5% y para 2021 creció a 20%, y según los datos de Morgan Stanley, la expectativa es que el mercado de ecommerce en México mantenga una tasa de crecimiento anual de casi 18% al 2025.
Sin embargo, en paralelo se ha incrementado el fraude digital y se han diversificado las formas de hacerlo.
De acuerdo con el reporte “El crecimiento del comercio electrónico en México y el fraude: nuevas oportunidades y nuevos desafíos”, de la empresa Signifyd, en México se diversificó tanto la manera de cometer fraude en línea que “es como si alguien hubiera abierto una academia de fraude en México”.
La compañía refiere que “la reciente evolución del fraude en el país es una prueba fehaciente de que los defraudadores son innovadores, ágiles y persistentes”. Pese a que antes del boom del comercio electrónico en México, los defraudadores todavía aprendían sobre como cometer fraude, hoy ya aprendieron nuevos métodos.
Los defraudadores recurren cada vez más a la inteligencia artificial. “Los avances en el rendimiento y la disminución del costo del machine learning, o aprendizaje automático, aceleraron el uso de bots por parte de las redes fraudulentas”.
“Las organizaciones criminales podrían probar con rapidez miles de cuentas de crédito robadas, ejecutar órdenes fraudulentas en secuencia y a gran velocidad, y vaciar inventarios completos de productos populares para revenderlos sin autorización a precios altísimos».
Los defraudadores recurrieron a ataques automatizados como nunca antes: Signifyd registró un aumento del 146% en los ataques de bots durante el año 2020.