En algún punto del acontecer de la humanidad el ocio pasó de significar una virtud a definir vicio, así como el concepto de civilización paso de la perfección de la civilidad a encontrar la comodidad en la ignorancia, claro este nuevo significado redujo la reflexión intrínseca, el pensamiento libre dando paso a la esclavitud al empeño, al autoritarismo, a la competitividad, sumisión, esperanza, liderazgos y consumo, cimientos todos ellos de doctrinas, dogmas, religiones, ideologías y desde luego del hoy omnipresente capitalismo, el mercado, la explotación laboral que hoy definen a la derecha y que tanto declaman en la 4T está ¡En declive! pero arropan y disfrutan, imagine el amable lector la carcajada de este escribidor.
No sorprende entonces durante muchas generaciones el pensamiento original de la izquierda se ha desvirtuado de manera constante y durante la ¡era! de la 4T esta condición no es excepción, tampoco extraña la ideología contraria llamada derecha incurra en impresiciones o francamente en falsedades insultantes incluso en aprovechar la estúltica arrogancia de los pseudo izquierdistas light respecto al sentido real de la izquierda, sin embargo la auto-aclamada “izquierda” de la 4T y sus acólitos parecen gustar de “orinar en contra del viento” terminando ellos evidenciados en todo su esplendor, mi padre los define como rabanitos; rojos por fuera y blancos por dentro.
Hace unos cuantos días uno de los intelectos “del cambio” un tal Doctor Attolini Murra, expresó de manera contundente habría que dejar de criticar a los jóvenes becarios y beneficiarios de las becas del gobierno de la 4T por el uso particular que ellos, las nuevas juventudes “amloístas”, hacen de los recursos dispensados por gracia y misericordia de su Pejestad, y que “se les dejara de estar chingando pues si lo ocupaban para embriagarse” incluso, era un acto revolucionario, porque claro el docto personaje sostiene y defiende “el ocio es un acto revolucionario” carajo… Lo dicho, estos cabrones no dejan de escupir hacia el cielo.
A estás alturas del partido o mejor dicho del malogrado periodo de la administración actual es una vergüenza como se manejan los heraldos, jilgueros, cantamañanas, emisarios o imbéciles del pensamiento reivindicador que la 4T ostenta, tampoco sorprende la calidad de personajes como el Dr. A. Murra, pero habrá que rescatar el sentido original de la palabra ocio, en un auténtico acto de protesta de izquierda, anticipando es deber de todo aquel con dos dedos de frente colaborar en contra de la voluntad incansable de este gobierno y anteriores por adoctrinar aún más al pueblo “bueno y sabio”, ¡Lo cuál querido lector es un acto criminal y opuesto a la izquierda elemental!
Así, la palabra ocio tiene sus raíces en el latín otiüm que significa tiempo de escuchar, de aprender, de quietud, paz y reposo, por ello se dice el ocio es revolucionario porque permite un periodo para hacer cosas por gusto y no por obligación, su antónimo en latín es negotiüm que quiere decir negocio. Por ello el ocio se dice revolucionario pues permite la liberación de la mente de condicionamientos ordinarios, de facto para muchos religiosos el día domingo es un día de ocio, descanso que permite la reflexión, igualmente para Marx el ocio se traduce como el derecho del obrero a su tiempo libre, e incluso el ocio es un derecho consagrado en la Declaratoria Universal de los Derechos Humanos incluida en nuestra Carta Magna; Artículo 24: toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Así que ¡No es pues el ocio el acto de libertinaje, excesos, vicios e irresponsabilidades! pues al final es derecho a tiempo de reflexión y libertad.