En las sombras de la noche, la colonia centro centro se tiñó de rojo con un nuevo episodio de violencia que dejó atónitos a sus residentes. Un hombre, de unos 35 a 40 años, fue víctima de una ejecución a sangre fría, convirtiendo las calles de la llave, entre 10ª y Ocampo, en escenario de luto y miedo. Ataviado con un pantalón táctico verde, tenis blancos y una playera negra, el individuo de complexión robusta se convirtió en blanco de disparos despiadados por parte de sujetos armados, que sin piedad, arrebataron su vida.
La respuesta de las autoridades no se hizo esperar, desplegando una intensa movilización de las fuerzas del orden, que incluyó agentes de la policía municipal, la secretaría de seguridad pública estatal, Vial, la Guardia Nacional y elementos de la Sedena. El cordón de seguridad se erigió en un intento por comprender y controlar la violencia que se desató en pleno corazón de la ciudad, dejando en su estela un manto de incertidumbre y la firme convicción de que la lucha por la seguridad está lejos de encontrar su fin.