El Colegio de Bachilleres No. 10 de Chihuahua nuevamente pone a sus estudiantes en el centro de la recaudación de fondos para financiar reparaciones en el plantel, esta vez a través de la venta de cajas de chocolates. Esta práctica recurrente ha suscitado cuestionamientos sobre el respaldo que brindan las autoridades del Cobach a cada uno de los planteles. Mientras los alumnos se ven compelidos a vender chocolates a 25 pesos la pieza, con la meta de recaudar 875 pesos por caja, surge el debate sobre la equidad en la distribución de recursos y el papel de la institución en garantizar condiciones adecuadas para el aprendizaje.
La decisión de cargar nuevamente sobre los hombros de los estudiantes la responsabilidad de financiar mejoras estructurales deja al Colegio de Bachilleres en una posición comprometida. Con el telón de fondo de una educación pública que debería ser accesible y equitativa, estas medidas despiertan interrogantes sobre la gestión de recursos y la priorización de necesidades dentro de la institución, alimentando así la inquietud entre la comunidad estudiantil y la opinión pública sobre el papel y compromiso de las autoridades del Cobach con el bienestar de sus alumnos.
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Y continuando en los lares municipales, cada regidor tuvo su momento de gloria para darse vuelo al declararse a favor de Marco Bonilla al pedir licencia; lo curioso fue que la siempre controversial Elvira Villarreal, le echó flores a más no poder y dijo esperar su regreso, pero ahora por otros tres añitos.
La regidora es representante de Movimiento Ciudadano y tal parece que no congenia nada bien con el aspirante a la Alcaldía, Enrique Valles, ya que se ha declarado más fan de Bonilla; nada raro, ya que el buen Kike no hace mucho todavía era de las filas del PRI y ahora “chapulinea” al MC, algo que a muchos no les gusta (casi casi como el 90% de los candidatos de Morena)
En un escenario electoral cargado de tensiones, hoy se celebra la elección para elegir al nuevo presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Juárez, con tres planillas en contienda. Sin embargo, el ambiente se ve ensombrecido por las acusaciones de un exdirigente, Gilberto Cueva, quien denunció haber sido agredido por Rogelio Ramos, el actual líder de los comerciantes, tras solicitar imparcialidad en el proceso interno. Esta situación ha generado un clima de incertidumbre, respaldado por otros líderes como José Eleno Villalba y Nora Yu Hernández, Gabriel Cantú, Alejandro Ramírez y Martín Alonso Cisneros. Mientras tanto, Ramos se ha mantenido en silencio, y se espera que en medio de estas tensiones prevalezcan la mesura y el diálogo durante el proceso electoral, en el cual compiten Iván Antonio Pérez Ruiz, Elizabeth Villalobos Luna y Ángel Octavio Corral Hernández.
Entre la chatarra y el protagonismo fue lo que ocurrió con una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y el candidato a alcalde por Movimiento Ciudadano, Kike Valles.
Trascendió que ayer por la tarde, que una unidad policiaca ya no pudo andar más por las calles y los efectivos tuvieron que empujarla, pero lo que nadie se imaginaba es que de una camioneta se bajara Valles Zavala y les ayudó a “puchar”; algo, que obviamente sería captado por redes y algunos medios de comunicación. Protagonismo puro en plenas campañas, vaya vaya vaya.
El otro detalle es que cómo es posible que los carros de los agentes del orden que nos protegen tengan “garreros” de unidades, otro llamado a los altos mandos.
La marcha del acarreo guinda desplegaba sus consignas en las calles, acusando a Maru Campos de maquinaciones electorales para bloquear la reelección de los diputados de Morena, quienes enfrentan acusaciones de violencia política de género. Mientras la multitud avanzaba hacia el Palacio de Gobierno, en el Tribunal Estatal Electoral se iniciaba un conteo regresivo de cinco días para emitir una sentencia sobre el caso, alimentando la incertidumbre en el escenario político chihuahuense.
En paralelo, camiones repletos de partidarios se unían a la manifestación, aunque el coordinador Cuauhtémoc Estrada insistiera en que no era un respaldo a los diputados, sino una demanda por justicia e imparcialidad. Sin embargo, las voces de los legisladores de Morena señalaban a Maru Campos como la fuerza detrás de lo que calificaban como una amenaza a su aspiración de reelección. En un día marcado por el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, la disputa política se entrelazaba con acusaciones de género, mientras el Tribunal Estatal Electoral iniciaba el conteo de días para decidir el destino político de los implicados.