Fervorosos y hasta ateos peregrinamos los mexicanos en espera de que, hoy cuando la festejamos, la Virgen de Guadalupe extienda sus amorosas manos y conceda a los mexicanos el milagro que desde hace siglos esperamos todos de ella.
Por supuesto que no se trata de que firme un celestial cheque y que con éste paguemos a nuestros deudores internos y del extranjero, como se decía desde el gobierno de Luis Echeverría, por lo menos, y se ha venido repitiendo sexenio tras sexenio.
El milagro que todos esperamos, en realidad, es que nuestros gobernantes entre en razón y que de verdad no mientan, no roben, no traicionen sus principios ni a quienes votamos por ellos.
Que no se haga sólo su voluntad y que no se conviertan en realidad sus caprichos.
Que nos den empleo y buenos salarios para tener siempre en la mesa el pan de cada día.
Y que perdonen nuestras críticas, así como nosotros le perdonamos todas sus imbecilidades, latrocinios, pues volvemos a votar por ellos.
Morenita del Tepeyac, ¡apiádate de nosotros!
Así sea.
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¡Chairos y amlovers de la Nación!
Se les convoca a juntar leña verde y mojada.
A encender una pira.
Y a quemar en ella a Beatriz Pagés Rebollar, quien ha osado mostrar una portada en la que nuestra amada corcholata Claudia Sheinbaum aparece como fascista.
No le hace que lo sea, pues ha reprimido manifestaciones de mujeres, ha minimizado otras de la sociedad civil que defendieron con valentía que el INE no se tocara, que ha mentido con la desaparición de los “granaderos” a los cuales usó a diestra y siniestra.
¡Quemen a Pagés! ¡Firmen desplegados! ¡Censuren!
No importa que les digan que prácticamente todos los abajofirmantes asumieron una actitud fascista.
¡Viva la Censura! ¡Viva Tatiana Clouthier!
¡Libertad, carajo!
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Da gusto saber que Xóchitl Gálvez finalmente se deshizo de su mala sombra, el panista Arne Sidney Aus den Ruthen Haag.
De verdad que era un lastre con el cual la todavía precandidata presidencial tenía que cargar.
Y da gusto saberlo, porque la hidalguense poco a poco está tomando las riendas de su propia actividad proselitista.
Ya sólo le falta desprenderse de Santiago Creel.
Y bien puede hacerlo ahora que, ooootra vez, el coordinador de su campaña vuelva a tomar vacaciones y nuevamente se vaya a Europa.
La oportunidad la pinta calva, señora.
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Dicen por ahí, con toda razón, que Jesús Ramírez está engañando a su jefe el presidente.
Que todas las carretadas de dinero que están “invirtiendo” en medios de comunicación no le garantizan que, terminado su sexenio, vaya a tener buena prensa, como se dice popularmente.
Presidentes que “pagaron para que no les pagaran” desde el inicio de su gestión, fueron vapuleados y exhibidos en los medios con todos sus trapos sucios al sol.
Y que AMLO no tendría por qué ser la excepción, si ya desde ahora Elena Chávez y, entre otros, Carlos Loret han reseñado sus corruptelas y las de sus familiares.
¡Imagine usted lo que vendrá!