ERNESTO AVILÉS MERCADO
La continuidad de los hechos delictivos que se presentan en nuestra ciudad de Chihuahua, cada vez es mas violenta; los hechos de sangre se presentan diariamente y en un gran porcentaje de los casos, son mujeres las que pierden la vida en manos de personas que abren fuego en contra de ellas, sin importar que estén acompañadas por menores, niños o personas adultas.
De forma invariable, las autoridades municipales definen los hechos como una guerra entre bandas delictivas que se dedican al narcomenudeo, incluso mencionan el nombre de ellas y quienes las integran, pero también, en forma invariable dan a conocer que no fue posible su detencion, pero que están ya investigando de manera conjunta con las autoridades estatales y que no descansaran hasta dar con los responsables.
Según los informes que se han presentado por las instituciones de seguridad, los hechos más violentos tienen lugar en colonias perfectamente ubicadas, que cuentan con una excelente infraestructura vial para su acceso, con cobertura de seguridad de manera permanente, pero que de forma inexplicable, las personas involucradas, siempre se dan a la fuga, sin que se tenga conocimiento quiénes eran, hacia donde se fueron, aunque a veces también, abandonan los vehículos en que se transportan, al igual que los cuerpos de sus víctimas.
Si resulta realmente difícil explicar las omisiones y la falta de efectividad por parte de vialidad y policía municipal preventiva, mayormente difícil es justificar las enormes inversiones que se han hecho para mantener a la ciudad en permanente vigilancia, siendo que cuando se reportan hechos de sangre, las policías van en sentido contrario y cuando finalmente llegan, es solamente para contar los cadáveres y reseñar los acontecimientos.
El control que llego a tener el director de seguridad publica municipal Julio Cesar Salas Gonzalez, sobre el personal policiaco, ha llegado a su fin porque este se ha perdido, no le hacen caso, personal con grandes responsabilidades se embriaga en horas de trabajo conduciendo vehículos oficiales, otros mas consumen sustancias prohibidas, las quejas por detenciones ilegales y arbitrarias, se acumulan semanalmente en la CEDH, no se detienen a quienes son señalados directamente de narcomenudistas, porque aseguran estár arreglados con los comandantes, en los reportes que le presentan al alcalde, aparecen acciones que no corresponden a la realidad; es decir le mienten para tratar de justificar ilegalidades, las mujeres policías continuan siendo víctimas de mandos superiores, pareciera entonces que obedecen a otras ordenes o intereses distintos a los que están obligados.
No sea puede explicar de otra forma que no se den cuenta de lo que ocurre en la ciudad y que sea la propia ciudadanía la que tenga que estarles corrigiendo la plana, diciéndoles en qué vehículos se transportaban, como eran los que dispararon y que dirección tomaron.
El mantener a las mismas personas en los mismos cargos por mucho tiempo, necesariamente crean condiciones de compromiso; pueden ser cada vez mejores, pero también pueden caer en situaciones de corrupcion o compromisos diferentes.
El alcalde Marco Bonilla mantiene un ritmo de trabajo y compromiso social que lo ubican como uno de los mejores alcaldes del país, sin embargo en materia de seguridad, continua reprobado porque sus policías no previenen nada, sus cámaras del escudo Chihuahua, permanecen apagadas, mientras que la ciudadanía continúa esperando efectividad de sus gobernantes.
La gobernadora Maru Campos ha dado manotazos sobre la mesa y le han dado resultados, es hora de que el alcalde haga lo propio, porque lo peor que le puede pasar a Marco Bonilla, es que sea el ultimo que se entere de como andan las cosas en la ciudad que cuida y el Municipio que gobierna…
*ABOGADO INTEGRANTE DE LA FECHCA Y LA AECHIH.