PAUSA.MX

Ciudad de México, 12 de marzo de 2023.- Gobernar mintiendo aparece como estrategia de integrantes de la 4T, aparece como arma favorita de gobernadores, senadores, diputados y obviamente funcionarios del gabinete central y del periférico. Tales conductas son sumamente peligrosas para la salud de la República y la democracia mexicana. Ya sin ningún pudor los gobernadores niegan registros oficiales, emulan con sus propios datos y falsean la realidad. En los legisladores se registra el comportamiento cínico y éste se visualiza, se escucha de los líderes de las fracciones de ambas cámaras con mucha más frecuencia, sin demostrar un mínimo respeto por los ciudadanos-

Por si no fuera suficiente esta el caso del espionaje ilegal atribuido al Ejército mexicano aplicado a periodistas y defensores de derechos humanos, así como a “adversarios” de la actual administración federal. El conocimiento de este tipo de información permite el ataque pero también el encubrimiento y no solamente en lo relacionado con la política sino también cuando se presumen desfalcos, desviaciones, evasiones fiscales o el encubrimiento a acciones llevadas a cabo por militares, por soldados y, por supuesto, con resultados fatales debidamente ordenados por los mandos superiores.

No es nuevo se involucre al gobierno mexicano en escándalos de vigilancia ilegal, a través de programas espías sofisticados contra adversarios políticos. Sin embargo, por primera vez surgen pruebas documentales comprobandose emprende el Ejército una serie de escuchas enfocadas a quienes cuentan con elementos para acusarlos de acciones fuera de la ley. Reportajes, entrevistas y documentos muestran la continuidad del espionaje con el cual se manchó al gobierno de Enrique Peña Nieto, pese a las promesas de acabar con este tipo de acciones.

El viernes pasado, el presidente López Obrador fue cuestionado sobre las aportaciones de la investigación Ejército Espía, publicadas en la revista Proceso y por los portales Animal Político y Aristegui Noticias. En su respuesta negó el espionaje cambiando esta definición por la de “servicios de inteligencia”, lo cual convertiría en legal la intervención a comunicaciones privadas ahí denunciadas, y realizadas por la Sedena en coordinación con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) justificando esta práctica como “razones de seguridad nacional”. Se tiene presente fue desde el 2013 cuando se contrató el programa Pegasus y tal documento lo firmó la Secretaría de la Defensa.

A pesar de que las fuerzas armadas mexicanas no cuentan con autorización para espiar civiles, lo siguen llevando a cabo y, aún y cuando el Ejército tuviera esa facultad, requeriría de la autorización de un juez federal para poder hacerlo. El 2 de octubre de 2022, la investigación Ejército Espía reveló que al menos dos periodistas y una persona defensora de derechos humanos fueron espiadas con Pegasus entre 2019 y 2021. Se mostró documentación comprobando la adquisición en 2019 de un “sistema de monitoreo remoto de información” a Comercializadora Antsua, empresa con derechos inclusivos para vender licencias de Pegasus y realizando Sedena pagos por cerca de 140 millones de pesos.

El Ejército sigue tapando, ocultando sistemáticamente los contratos con la proveedora de Pegasus, además de negar su participación en los hechos. Sin embargo, documentos internos de la Sedena, revelados por el colectivo Guacamaya, prueban, de forma contundente, fue una agencia militar secreta la encargada de espiar al defensor de derechos humanos Raymundo Ramos, con pleno conocimiento y participación del alto mando militar, con el objetivo de interferir en las investigaciones sobre ejecuciones extrajudiciales en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

El extenso hackeo a la Sedena efectuado por Guacamaya, exhibió el espionaje realizado por oficiales militares a periodistas y defensores de derechos humanos quienes denunciaron la ejecución de civiles desarmados por parte de soldados en una confrontación con un cártel. En un informe de la Defensa del 2020 se aseguró eran intenciones Raymundo Ramos “desprestigiar a las fuerzas armadas” al discutir con reporteros denuncias de ejecuciones extrajudiciales por parte del Ejército. Por lo tanto se recomendaba a los militares recopilar información de sus conversaciones privadas evitando se incluyera en las carpetas oficiales del caso.

De acuerdo a un análisis de Citizen Lab, un instituto de investigaciones en la Universidad de Toronto, el celular de Ramos había sido infectado varias ocasiones por Pegasus. El espionaje hacia el tamaulipeco se derivó, inicialmente, de una persecución en Nuevo Laredo, en la frontera con Estados Unidos, una noche de julio de 2020. Los soldados persiguieron varias camionetas y mataron a una decena de pasajeros. Argumentaron formaban parte de un grupo delictivo local. Los padres de las víctimas sostuvieron habían muerto a pesar de ser inocentes. Iban dentro de las camionetas, dijeron los padres, pero habían estado secuestrados por el cártel. Ramos difundió las denuncias. Un periódico local publicó imágenes comprometedoras. En el video se veía a los efectivos rociando de balas a una de las camionetas a pesar de que nadie les disparaba a ellos, y luego ordenando la ejecución de un sobreviviente del ataque.

A estas denuncias se suman las contundentes informaciones dadas a conocer en medios electrónicos relacionadas, recientemente, con la ejecución de jóvenes en Nuevo Laredo. La exacta descripción del modus operandi de los uniformados desde el momento de las persecuciones, el choque directo a la parte trasera del vehículo al cual correteaban y el apuntar con armas largas a los ocupantes obligándolos a descender de los autos o camionetas y, el “tiro de gracia” para, en caso de atacarlos, ultimar a sobrevivientes, ha convertido a Ramos en el enemigo a desprestigiar públicamente de entrada, ya se sabrá y se verá cuales serán los siguientes pasos en su contra.

Para Catalina Pérez Correa, experta en asuntos del Ejército en el Centro de Investigación y Docencia Económica de México, el Ejército espía por iniciativa propia y para sus propios intereses. “Tomando en cuenta el enorme poder económico que tienen y todas las funciones estatales que controlan (vigilancia policial, control de puertos y aduanas, construcción de obras, distribución de medicamentos, entre otras) podría decirse que en México existen las bases para un Estado militar”.

Las evidencias exhiben utilizó la Sedena una estructura militar secreta de espionaje ilegal, con pleno conocimiento del alto mando, para obstaculizar el esclarecimiento de violaciones a derechos humanos cometidos por el Ejército, quien sigue negándose a colaborar con las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) sobre el espionaje con Pegasus. Incluso, ante la orden del INAI para entregar toda la información relacionada a los contratos con la empresa proveedora de Pegasus, la Sedena respondió reservando toda la información.

El Centro Militar de Inteligencia (el bunker de la 4T para espiar) lo encabeza un general y en él trabajan 619 elementos castrenses. Opera desde un bunker con presupuesto de más de 5 mil millones de pesos en el Campo Militar No. 1. Entre lo dicho, lo confirmado y lo negado, lo único cierto radica en la inutilidad de este “servicio de inteligencia”, el cual seguramente provoca grandes carcajadas entre los señorones del narco pues a ellos no se les toca. Se trata de localizar y enfocarse en grupos criminales no en denunciantes de actos criminales protagonizado por quienes ni dan seguridad ni son iguales. Afirmábamos estar peor cuando estábamos mejor.

DE LOS PASILLOS

El congresista estadounidense Dan Crenshaw volvió a cuestionar la política de “abrazos no balazos” y pidió se permita trabajen juntos México y Estados Unidos contra los cárteles de la droga. A través de un mensaje en su cuenta de Twitter, el republicano se lanzó contra el mandatario mexicano poniendo en duda los motivos por los cuales no se quiere combatir a los cárteles pese a tener atemorizada a la población. “Solo queremos que nuestras fuerzas militares trabajen juntos. O acaso prefiere que México sea conquistado por los narcos”… Por cierto ¿llegaron de vacaciones militares venezolanos? ¿Los mílites mexicanos serán sus edecanes o serán alumnos? ¿Los unen los comandantes? ¿Nos dirán obedece su llegada a la búsqueda de una perfección reconocida por Nico…Maduro?
Ricardo Monreal niega la existencia de un Plan C y afirma se respetará la decisión de la SCJN, relativa al Plan B; se revela la participación de Sedena, Marina y Guardia Nacional al lado del FBI, la CIA y Homeland Security, en materia de seguridad, por lo tanto, según el líder de la fracción morenista, el Senado estará muy pendiente de las acciones por emprender… que así sea realmente…

Se llegó el plazo final, el hoy, hoy, hoy, para lograr un acuerdo reparatorio en el caso contra Emilio Lozoya… No solamente el mundo del espectáculo está de luto, lo estamos todos aquellos seguidores durante años del buen cine mexicano y por ende admiradores de Ignacio López Tarso, un auténtico gigante de la actuación, con capacidad de revelar las entrañas de las distintas esferas de la sociedad mexicana. Descance en paz.

Por AL PE

Social Media Auto Publish Powered By : XYZScripts.com