Las autoridades sanitarias de Estados Unidos confirmaron este miércoles que las cebollas fileteadasutilizadas por McDonald’s fueron las probables causantes de la intoxicación de unas 90 personas por la bacteria «Escherichia coli» ocurrida en esa cadena de comida rápida.
«Las cebollas fileteadas son la fuente probable de la enfermedad», informaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Las cebollas fueron suministradas por el subcontratista Taylor Farms, que procedió a la retirada voluntaria del producto, al igual la cadena McDonald’s
El balance de enfermos por este brote, que alcanza 13 estados del país, asciende ya a 90, 27 de los cuales han tenido que ser hospitalizados. El número de muertos se mantiene en uno, un adulto mayor de Colorado
«Todos los nuevos casos aparecieron antes» de las medidas adoptadas por Taylor Farms y McDonald’s, precisaron los CDC.
A la vista de estas acciones, la agencia considera ahora que «el riesgo para el público» es «muy bajo».
McDonald’s había indicado durante el fin de semana que recibió resultados de análisis que no revelaban la presencia de la «E. coli» en la carne molida.
Esta bacteria provoca cólicos estomacales, diarrea y vómitos, que suelen durar entre tres y cuatro días. La mayoría de las personas se recuperan sin tratamiento, pero algunas pueden desarrollar complicaciones.
La Escherichia coli (E. coli) es una bacteria que se encuentra comúnmente en los intestinos de humanos y animales. Aunque la mayoría de las cepas de E. coli son inofensivas y ayudan en la digestión, algunas, como la E. coli O157:H7, pueden causar infecciones graves al producir toxinas que dañan el revestimiento intestinal.
Este tipo de infecciones suelen originarse por el consumo de alimentos o agua contaminados, especialmente carne cruda, productos lácteos no pasteurizados y vegetales mal lavados.
Los síntomas pueden aparecer de uno a diez días después de la exposición y generalmente incluyen diarrea, que puede ser acuosa o sanguinolenta, calambres abdominales intensos, náuseas y, en ocasiones, fiebre leve.
En casos graves, la infección puede progresar a un síndrome hemolítico urémico, que afecta los riñones y representa una emergencia médica, especialmente en niños y personas mayores.
Tratamiento para E. coli
El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas. En la mayoría de los casos, se recomienda reposo, hidratación abundante para prevenir la deshidratación y una dieta suave que incluya líquidos y alimentos de fácil digestión. Los antibióticos generalmente no se recomiendan, ya que pueden empeorar la condición al inducir la liberación de más toxinas.
Para aliviar los síntomas, los médicos pueden prescribir medicamentos que reduzcan el dolor y las molestias abdominales, pero deben evitarse aquellos que detengan la diarrea, ya que esto puede atrapar las toxinas en el cuerpo.
Las mejores prácticas para evitar una infección de E. coli incluyen cocinar bien los alimentos, evitar el consumo de productos lácteos sin pasteurizar, lavar bien frutas y verduras y mantener una buena higiene de manos.
Estas medidas de precaución ayudan a reducir el riesgo de contraer y propagar esta bacteria, protegiendo la salud individual y comunitaria.