CHIHUAHUA.- Eder Arley N. C., Jessica Anay P. T. y José Feliciano L. V., presuntos secuestradores y homicidas del joven electricista Enrique Ramírez Jasso, a quien —se presume— desaparecieron el 5 de diciembre mientras se encaminaba a instalar un cableado en Aquiles Serdán, y cuyo cadáver fue localizado tres días después, acusaron que los policías ministeriales los detuvieron sin justificación, los torturaron y los forzaron a declararse culpables.

Este jueves 5 de enero, durante el inicio de su audiencia de vinculación o no a proceso, Eder Arley testimonió que a las 9 de la mañana del 29 de diciembre, mientras instalaban un trabajo de carpintería en el negocio MetFrut, ubicado en la Central de Abastos, llegaron, de forma repentina, alrededor de tres o cuatro patrullas en donde viajaban cerca de quince policías, quienes, sin esposarlos, sin notificarles el supuesto delito por el que los arrestaban, lo sacaron a él y a todos los trabajadores del lugar para trasladarlos al Complejo Estatal de Seguridad Pública (C4).

Una vez en la caseta del C4 —refirió—, los uniformados les vendaron los ojos y no se los descubrieron sino hasta encerrarlos en diferentes celdas y habitaciones. Eder Arley aseguró que él compartió espacio con cuarto compañeros de trabajo —a quienes identificó como Edwin, Miguel, David y Carlos—. Ahí, al cabo de un aproximado de 20 minutos, mencionó que regresaron los ministeriales, uno de ellos con una varilla de fierro en la mano, y, primero, se llevaron a Carlos a un baño de mujeres para golpearlo. Y Eder Arley denunció recibir el mismo trato.

Apartado del resto de las víctimas —continuó— lo obligaron a observar y escuchar cómo Carlos gritaba de dolor. «Los vamos a hacer hablar» le dijeron. Y, enseguida, él también fue torturado, por lo que, ante el dolor, llegó a desmayarse dos ocasiones. Relató que el propósito de los ministeriales era obligarlos firmar un documento para asumir la responsabilidad por delitos que nunca les fueron revelados. Pasados dos días, sólo a él, a Jessica Anay y José Feliciano los remitieron a la Fiscalía Zona Centro, donde duraron una noche para regresar al C4 la mañana siguiente. Cuando volvieron, ya no observaron a nadie apresado.

Un testigo, Edwin Gervasio M. C., de 26 años, indicó ser primo de Eder Arley, declaró trabajar con él para la carpintería Empresa Pizarro y corroboró su versión. Además, informó que la también imputada Jessica Anay P. T. trabajaba como arquitecta en el lugar de la detención. Otro testigo, Miguel Ángel M. Ch., de 29 años, también confirmó el acontecimiento tal como lo narró Eder Arley.

La jueza de control Amparo Pérez declaró un receso en la audiencia, la cual continuará este viernes a las 11:30 de la mañana.

 

Cronología del crimen

Este 5 de diciembre, Ramírez Jasso abordó su camioneta Silverado negra, con placas EF-02-586, y se dirigió a la colonia Vistas de San Guillermo, pero fue interceptado y raptado por sus tres victimarios, quienes, al cabo de unas horas, llamaron a sus familiares para intimidarlos y exigirles que, para liberarlo, les entregaran cierta cantidad de dinero. A pesar de recibirla en el lugar indicado, en la intersección de la carretera a Aldama y Fuerza Aérea, nunca dejaron ir a Ramírez Jasso.

Al día siguiente, cerca del basurero de la ciudad, policías municipales encontraron, vacío e incendiado por completo, el vehículo registrado a nombre de Ramírez Jasso. Tras el hallazgo, se implementó un operativo de búsqueda en la región. Fue hasta el mediodía del jueves 8 de diciembre que, adentro de un desagüe ubicado por la misma zona, localizaron su cuerpo maniatado con cinta, con huellas de violencia y dos impactos de bala, uno en el tórax y otro en la cabeza.

Al considerar que poseen elementos de prueba que sugieren su responsabilidad, este 8 de diciembre, la Fiscalía Especializada en Operaciones Estratégicas interpuso, conforme la causa penal 4129/2022, una orden de captura contra Eder Arely, Jesica Anay y José Feliciano, quienes fueron arrestados el 29 de diciembre.

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