Por Alex Romero.
Estimado lector, como bien dice el título de esta columna. Se aproxima el fin del dinero en efectivo; ya que de hoy a la fecha en que usted este leyendo esta columna; muchas de las transacciones cotidianas que realizamos día con día pasan por una terminal bancaria, y es que anteriormente estábamos acostumbrados a pagar con este método por cosas como boletos de avión, televisores, salas, refrigeradores y algunos otros artículos de precios abultados que requerían de crédito para ser financiados. Inclusive los pequeños comercios locales están adquiriendo formas de pago digitales, realizando transacciones con el celular, tarjetas o inclusive en algunos casos muy especiales con el reconocimiento facial y huella digital que con el tiempo podrían normalizarse de manera definitiva. Lo cual ha facilitado que usted y yo podamos pagar el más mínimo dulce u objeto con esta modalidad. Y es que aunque suene a conspiración ahora los bancos y los sistemas tributarios de todo el mundo tienen y tendrán acceso a su información financiera de manera definitiva. De desaparecer el dinero en efectivo estos entes tendrán acceso a saber de dónde recibe absolutamente todos los depósitos, sus hábitos de consumo, geolocalizacion y otros datos biométricos, los cuales usted tendrá que entregar de manera obligatoria y que son muy importantes y delicados. Inclusive el sector informal de la economía podría desaparecer en conjunto con la evasión de impuestos, lo cual estaría dentro de los así llamados beneficios de la digitalización financiera; pero como bien mencionamos, vamos adentrándonos ya en la época de la hipervigilancia. Ahora usted no podrá vender, ni comprar cualquier articulo sin que esta información sea de conocimiento de los agentes privados o de gobierno. Significando que esos datos también estén al alcance de hackers informáticos que ahora robaran su dinero y su información como ya está sucediendo a través del internet. En definitiva todos los sectores de la economía y todas clases sociales en cualquier parte del globo, ya sea que se encuentren en pueblos o ciudades estarán expuestos a este nuevo entorno económico global. También estaremos viendo para los próximos años la creación de las monedas digitales por parte de los gobiernos nacionales. De hecho nuestro país está planeando para el 2024; la configuración de su propia moneda digital. Con esto no deseo estimado lector lanzar un llamado de alarma o meter miedo respecto de esta nueva situación, pero quisiera recomendarle que todos en conjunto comencemos a prepararnos para estos cambios capacitándonos en sistemas de seguridad cada vez más sofisticados y creados por las instituciones financieras como el blockchain; aunque usted pudiera pensar que esto ya está bastante visto, estamos a punto de adentrarnos a todo un nuevo nivel con sus ventajas, desventajas y consecuencias.