POR CARLOS JARAMILLO VELA
Óscar Villalobos Chávez: el regreso de un valioso activo político del PRI.
Discriminación contra Monreal: exclusión incluyente que dio brillo a su
ausencia.
Acertada, indiscutiblemente, la determinación del líder estatal tricolor, Alejandro
Domínguez, al nombrar a Óscar Villalobos Chávez como Secretario Técnico del
Consejo Político Estatal del PRI. Nadie puede negar que en Óscar Villalobos
convergen diversas cualidades y antecedentes que lo colocan dentro de los
cuadros más aptos del partido. En su extenso historial público figura su
participación como dirigente estatal del PRI, Diputado Federal, Secretario de
Desarrollo Social en el Estado de Chihuahua, Presidente Municipal de Delicias,
líder del PRI en Delicias, y estratega y coordinador de varias campañas
electorales, entre otras importantes encomiendas políticas o administrativas. La
vasta experiencia política de Óscar Villalobos, aunada al trabajo partidista y al
liderazgo natural que le son reconocidos tanto por las huestes tricolores como por
los actores de otros partidos, confieren a este connotado militante priista una
estatura relevante.
La llegada de Óscar Villalobos a la Secretaría Técnica del CPE constituye una
positiva y alentadora noticia para el priismo chihuahuense. La capacidad de
convocatoria, el probado oficio político y el prestigio que rodean a su persona
permiten prever que el desempeño Oscar Villalobos en el Consejo Político Estatal
contribuirá a fortalecer el ánimo, la mística y la cohesión entre las estructuras
formales del partido tricolor, los ex dirigentes y la militancia. Sin duda, el
nombramiento de Óscar Villalobos significa el regreso al escenario de un valioso
activo político del PRI.
Mal le resultó la estrategia al presidente de la república, Andrés Manuel López
Obrador, al excluir al senador Ricardo Monreal Ávila del reciente desayuno de la
unidad convocado por él a través de MORENA, para reunir a los aspirantes
presidenciales “oficiales” con la militancia. Ruidosa controversia levantó la
exclusión del senador morenista y ex gobernador (perredista) de Zacatecas,
Ricardo Monreal, quien igual que Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la
CDMX, Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores, y Adán Augusto
López, Secretario de Gobernación, pretende ser el candidato presidencial de
MORENA en el año 2024, en la víspera del fin del sexenio de López Obrador.
Lo que no advirtieron el mandatario y su operador político y timonel de MORENA,
Mario Delgado, fue que el estruendo político causado por la ausencia de Monreal
Ávila les resultaría más costoso de lo que habían calculado. Haber excluido a
Monreal, quien está presente en la opinión pública porque ha reiterado en varias
ocasiones su voluntad para contender por la candidatura presidencial, fue un
verdadero desacierto para las pretensiones del presidente y su trilogía de
precandidatos “oficiales”, ya que, lejos de pasar desapercibido el intencional
desaire cometido contra el senador Monreal, catapultó mediáticamente la imagen
del senador zacatecano, haciéndolo sobresalir por encima del evento que
finalmente, y de manera irónica, resultó opacado por la figura de Ricardo Monreal,
el único ausente. Es decir, lo que pretendía ser una exclusión discriminatoria
contra Monreal tuvo un efecto verdaderamente incluyente y publicitario en
beneficio de éste, a quien al discriminarlo se le hizo brillar por su ausencia.