Sí, México está viviendo una de las oportunidades económicas más importantes en la historia reciente: el nearshoring. Sin embargo, para capitalizar mejor este momento el país debe mejorar en ciertos aspectos como infraestructura física (carreteras, puertos, aeropuertos, naves industriales) o de telecomunicaciones (espectro, redes 5G, fibra óptica, internet de las cosas), pero también debe reforzar la formación de perfiles altamente especializados en el área de robótica y automatización y eso requiere esfuerzos del gobierno, la academia y la iniciativa privada.
Esa es la reflexión a la que llega el presidente del Clúster de Robótica en México, Francisco Castañeda, en una entrevista previo al RoboRAVE “World Championship México 2023”, una cumbre de robótica e inteligencia artificial que se llevará a cabo del 9 al 11 de agosto en Monterrey. La elección de la sede no fue casual: Nuevo León es hoy protagonista del nearshoring y será donde Tesla construya una de sus fábricas más grandes, misma que tendrá más procesos de automatización para mejorar la eficiencia y reducir los costos de producción.
De acuerdo con datos de Technavio, el tamaño del mercado global de robótica crecerá a una tasa compuesta anual de 7.71% entre 2022 y 2027 y se pronostica que el tamaño del mercado aumentará en 22,269.7 millones de dólares. El crecimiento del mercado depende de varios factores, como la aparición de la robótica médica, las estrictas regulaciones de salud y seguridad y los avances tecnológicos en hardware de robots.
“Uno de los principales obstáculos que podrían afectar al mercado es la falta de conocimientos técnicos en la mano de obra. El personal humano requiere conocimiento de cómo funcionan los robots y mantenimiento regular para mantenerlos funcionando sin problemas. Tal falta de conocimientos técnicos a menudo desalienta a los usuarios finales de usar robots, ya que ven el tiempo de inactividad requerido para el trabajo de mantenimiento como una pérdida significativa”. De ahí la necesidad de que México prepare más expertos en robótica.
Por su parte, la consultora Next Move Strategy Consulting explica que “la robótica de almacén utiliza sistemas automatizados, robots y software especializado para realizar diversas tareas y agilizar y automatizar los procesos de almacén. Estos robots están equipados con diversas tecnologías, como láser, visión por computadora, geoguía y LIDAR para una navegación efectiva. Desempeñan un papel importante en la automatización de almacenes. Estos robots realizan tareas como la preparación de pedidos, el embalaje, el paletizado y el transporte. Se utilizan en varios sectores verticales de la industria, como comercio electrónico, automotriz, productos farmacéuticos, maquinaria de metal y alimentos y bebidas”.
Por ejemplo, en julio de 2021, Walmart y Symbotic “anunciaron que se unieron para llevar la automatización avanzada a su cadena de suministro. Los robots de almacén utilizados para las operaciones de la cadena de suministro pueden clasificar, almacenar, recuperar y empacar productos con alta precisión, lo que acelera el proceso de recepción y aumenta la precisión de los productos almacenados para futuros pedidos”.
Francisco Castañeda señaló que la industria de robótica y automatización de México ocupa actualmente el cuarto lugar a nivel mundial y podría crecer hasta 61% interanual como resultado del nearshoring. Sin embargo, también subrayó que para encarar en mejores condiciones este proceso de relocalización de cadenas de suministro el país deberá reforzar la formación de profesionales altamente especializados en robótica y automatización, para evitar que esas plazas sean ocupadas por profesionales extranjeros traídos por las empresas que se instalarán aquí.
“Hoy en día, muchas empresas extranjeras que establecen sus plantas de producción en México traen consigo talento extranjero. El desafío actual para las universidades es formar a profesionales especializados en robótica y empleos de alta especialización”, resaltó Castañeda. A pesar de este desafío, destacó que México está cosechando buenos resultados en robótica educativa, con un número creciente de niños y jóvenes interesados en temas como robótica, inteligencia artificial y programación y con triunfos en competencias internacionales de robótica.
Para el presidente del Clúster de Robótica de México algunas de las industrias que mayor adopción de robótica y automatización registran, y donde todavía se podría hacer más, son la automotriz, electrónica, manufactura de chips, de la salud, alimentaria y de bebidas, y empaques. Por otro lado, a pesar de los exitosos casos de uso en otros países, el sector de la agricultura en México aún se encuentra rezagado en la adopción de estas tecnologías. Por ejemplo, ya existen tractores autónomos que recopilan datos sobre la producción para optimizar siembras.
En medio de este panorama, el presidente del Clúster insistió en la necesidad de un cambio rápido en las universidades para preparar al talento requerido por la creciente ola de nearshoring. Dijo que las instituciones educativas que respondan con agilidad podrán liderar esta transformación, mientras que aquellas que no se adapten quedarán rezagadas o desaparecerán. Además, enfatizó que, aunque México tiene diferencias culturales con otros países competidores, también cuenta con ventajas significativas, como su proximidad geográfica y similitudes culturales con Estados Unidos, líder global en tecnología y el principal mercado de consumo del mundo.
El Clúster de Robótica de México es una asociación civil fundada en 2014 mediante la colaboración entre empresarios de México y Taiwán. Con alrededor de 22 miembros, el clúster ha centrado sus esfuerzos en integrar conocimiento, desarrollar habilidades, facilitar capacitaciones y unir proyectos de automatización robótica e inteligencia artificial, al mismo tiempo que brinda un espacio de apoyo mutuo para las empresas asociadas.
Las empresas que componen el Clúster de Robótica de México se dedican a la automatización, programación y robótica. Aunque la mayoría de ellas están basadas en Jalisco, también existen empresas en el Bajío, Ciudad de México y Monterrey. El clúster ha establecido alianzas estratégicas con instituciones académicas como el Conalep, la Universidad de Guadalajara, el CETYS Universidad y otras universidades tecnológicas del país.