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Después de que los exfuncionarios Raymundo Romero Maldonado y Fernando Mariano Reyes Martínez, quienes en su momento fueron encarcelados durante la Operación Justicia para Chihuahua por presunta corrupción, le gritaran y lo golpearan en la cabeza mientras comía en el restaurante Garufa, el exgobernador Javier Corral solicitó intervención de las autoridades federales.
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Según la información disponible en medios de comunicación, Romero Maldonado y Reyes Martínez se encontraban con su familia en Garufa, ubicado en el Periférico de la Juventud, cuando observaron a Corral entrar con un grupo de gente. Pasados unos minutos, ellos se acercaron al exmandatario. Le exigieron que saliera para encararle todo lo vivido durante el proceso penal surgido de la Operación que él lideró durante su gubernatura.
Fue entonces que empezaron los insultos y que Reyes Martínez le dio un manotazo en la cabeza, le lanzó un vaso de vidrio con agua mineral y lo empujó. Se desconoce qué ocurrió después.
Al respecto, Corral difundió mediante sus redes sociales una denuncia pública durante la mañana de éste jueves 21 de diciembre. Reclamó que, como Romero Maldonado y Reyes Martínez, han sido varios los excolaboradores de César Duarte salidos de prisión que lo han amenazado, insulado y confrontado de frente. Sin embargo —dijo— nunca antes lo habían agredido físicamente.
¿Por qué ninguna autoridad local intervino?, se pregunta. Y adjudicó la inacción a una supuesta «campaña de odio e infudios en redes y medios locales alentada por el aparato del Gobierno del Estado», la cual se ha acrecentado desde que se unió a Claudia Sheinbaum en su aspiración a la presidencia de la república.
En consecuencia, al reconocerse en un «estado de indefensión» frente a la libertad que gozan a quienes alguna vez investigó, dio a conocer que solicitó la intervención de las autoridades federales.
Y concluyó: «Es absolutamente documentable la impunidad de la que gozan y de la que se ufanan públicamente a través de los medios de comunicación que sirven a la red de corrupción del MaruDuartismo, resultado de los $750 millones del erario que destina para caluminar y mantener en silencio sus abusos y corruptelas».
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