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Dos de los exsecretarios de Hacienda del ganso, Carlos Urzúa Macías y Arturo Herrera Gutiérrez resultaron los más críticos del quehacer del gobierno de la 4T, a la cual calificaron como la peor en la historia de México desde 1934, plagada de errores y sin números que respalden los “hechos” proclamados por el mesías tropical en su cuarto informe.

Urzúa Masías incluso, dice que no hay una sola política pública rescatable, especialmente en economía, salud, educación y seguridad. Advierte que su exjefe aún puede causar mayor daño al país pues está rodeado de ineptos y corruptos. A él “no le interesa el dinero, pero sí el poder”.

A su vez, el actual director Global de Gobierno del Banco Mundial, Arturo Herrera, subió un tuit desde su oficina en Washington donde expresa: “un amigo me dio esta taza como regalo de bienvenida ¡Tal vez deberíamos adoptar ese lema para gobernanza!” La taza que sostiene el funcionario dice: “Buena historia, ahora muéstrame los datos”, refiriéndose al mensaje del caudillo de Macuspana. Lapidario.

Y es que, en los números, ninguno de los “avances” enunciados por el caudillo de Tepetitán en su mensaje tiene fundamento, la mayor parte se queda en “no somos iguales” o “vamos a hacer”, como sucede con las más de mil 300 promesas incumplidas o las más de 76 mil mentiras dichas en las mañaneras.

En cambio, no se pueden borrar ni con los escándalos el exceso de defunciones registrado en el país en el tema de salud con casi 500 mil víctimas de la pandemia, los 100 mil muertos asociados a falta de atención médica o escasez de medicamentos. Tampoco se pueden ignorar los 136 mil asesinatos en lo que va de la presente administración, ni mucho menos los más de 36 mil mexicanos desaparecidos en la era del ganso. Los mexicanos que huyen de la violencia y miseria se triplicaron.

Por eso cobra relevancia la entrevista de Carlos Loret a Urzúa Macías quien en unos cuantos minutos hizo una radiografía de lo que sucede en el país y la advertencia de que en su amargura y seseos de revancha (agregaría locuras), el profeta cuatrotero puede hundir más al país, el cual, en lo económico de acuerdo con la agencia Fitch Ratings, reflejará al final del sexenio un crecimiento de cero, si bien nos va.

Para dicha agencia calificadora, los pasados, son cuatro años perdidos para el país, el cual será el de menor crecimiento en toda América Latina, percepción similar a la que expresó en días pasados la OCDE.

Coincidentemente con lo que aquí apuntamos desde hace años, toda esta debacle inició precisamente con la cancelación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco, capricho mesiánico que de entrada, según Urzúa Macías, costó al país más de 200 mil millones de pesos, pero lo más grave de acuerdo al economista es que se perdieron grandes oportunidades de inversión que hubiesen detonado desarrollo en toda la zona de influencia de la Ciudad de México y obviamente en sectores como el turismo. Pero, además, dejó en claro que se contrajo deuda, esa que se deriva de la liquidación de los bonos de la fibra E con que se financiaba el proyecto.

Este gobierno dijo, “está marcado “error tras error” es “difícil encontrar una política que haya sido un éxito”, yerros que iniciaron con el “gravísimo” de cancelar el Aeropuerto de Texcoco que iba a ser la gran terminal de la ciudad, detonador de transformaciones.”

Urzúa Macías quien renunció a raíz de que le cambiaron horas antes de presentarse su plan de desarrollo por “un manifiesto político” apunta con seriedad que quien suceda al caudillo de Tepetitán en el gobierno, “quien llegue, va a recibir un cartucho de dinamita prendido”.

De hecho, el exsecretario de Hacienda reconoce en su exjefe un sujeto honesto, a quien tal vez no le interesa el dinero, pero sí el poder “que es más peligroso” que está rodeado por personas cuya honradez es cuestionable, amén de una gran incapacidad administrativa para desempeñar los cargos a los cuales fueron designados. O sea, nada nuevo de lo que hemos comentado.

Por eso los errores como la mentada refinería que no refina y que ya casi triplica su costo ya que de ocho mil millones de dólares por sólo “unas tuberías no previstas”, hoy alcanza cerca de los 20 mil millones de dólares. Se subraya también el pleito con Manuel Bartlett que propuso no pagar gasoductos y que al final, además de mentadas a Urzúa, salieron más caros. No se hace un análisis costo-beneficio.

Así, el balance es que López Obrador pasará como un mal presidente sobre todo en lo económico con el peor PIB en décadas. Pero como aquí apuntamos, todavía puede ir peor si como plantea Urzúa, se le ocurre a seis meses salirse del T-MEC. Sale reprobado en todos los rubros y deja un gobierno peor de como lo recibió.

Por AL PE

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