Raúl Salinas de Gortari, “el hermano incómodo” de El Innombrable, pasó a la historia pícara de México después de que se publicara un reportaje en la revista Proceso con su imagen sobre el título “Míster 10 por ciento”.
Tal, se afirmaba, era el porcentaje que pedía, que exigía, a proveedores de Conasupo –lo que ahora pretende ser la saqueada Segalmex– a cambio de darles contratos.
Algunos panistas, más adelante, siguieron con la misma práctica de lo que se dio en llamar “moches” por, prácticamente, el mismo porcentaje.
Pero ahora se sabe por una infidencia de Sanjuana Martínez, la neoleonesa que destrozó a Notimex, que la “comisión se ha incrementado ahora que la Cuarta Transformación es la que mueve el pandero.
Del 10% de 1988-1984… ¡al 20% de 2018 hasta la fecha!
Eso fue lo que dice Martínez que le pidió el amigo de Andy López Beltrán que está al frente de la STPyS.
Veinte por ciento de 150 millones de pesos destinados a cubrir las indemnizaciones de directivos, administrativos y periodistas de la desaparecida agencia informativa.
Y ¿sabe usted para qué?
Pues que para fondear la campaña de Claudia Sheinbaum.
Pero, ¿cuánto de ello era para Andy?
¿Cuánto para el titular de Trabajo y Previsión Social?
Muchas ilegalidades –amiguismo, extorsión, etc.– propias de una mafia como la que desgobierna a México bajo el partido Morena.
Y ahora resulta que la opositora Xóchitl Gálvez tiene todo el potencial para mover los mercados y desestabilizar, ella solita, al “gobierno” de López Obrador.
Así quedó de manifiesto ayer durante la mañanera cuando el presidente la acusó de que algunas gasolineras aumentaron el precio del litro de combustible a casi 30 pesos en las últimas semanas, basándose en la información que dio la candidata opositora.
O sea que AMLO confesó que su gobierno ya es más débil que la señora de las gelatinas, como la llama para no mencionarla por su nombre.
De puritito milagro no la señaló de ser artífice de una escalada de precios por el incremento al precio del diésel, la Magna y la Súper, provocado por el alza en el IEPS que decretaron él y su secretario de Hacienda.
Eso sí, que nadie se extraña si un día de estos la llama hambradora.
¿Quién duda del método de “la tómbola” que usa Morena para la selección de candidatos a cargos de elección popular?
Científica y sociológicamente ha quedado demostrado que supera al “dedazo”, pues le quita responsabilidades a quien usaba el índice para señalar al favorecido… aunque los agraciados se conviertan, ya con cargo y sueldo, en verdaderos desgraciados.
Es también mucho mejor que el “corcholatazo”, ya que evita roces como los que aún mantienen distanciados a Claudia Sheinbaum y a Marcelo Ebrard.
Pero ¡o, maravilla de maravillas!, AMLO ha innovado y ha puesto de moda el método “deshojar la margarita”, comúnmente conocido como “de Tín, Marín”.
Que la exfiscal de CDMX Ernestina Godoy escoja el cargo en el gabinete que quiera ocupar, luego de no haber sido ratificada en el búnker de la colonia Doctores.
Dicen, no obstante, que para no tener que sacar a nadie de su oficina ella ya se decidió por la oferta de su cuatacha y cómplice en varios delitos Sheinbaum de ser candidata al Senado.
A la segura.
Y con el necesario fuero.
No vaya a ser…