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Andrea Chávez, la flamante senadora de Chihuahua por Morena, no solo ha sabido abrirse camino en la política, sino que, curiosamente, su éxito ha traído beneficios familiares. Mientras ella disfruta de su escaño con un sueldo superior a los $119,000 pesos mensuales, su hermano Gregorio encontró acomodo como gerente de Liconsa con $60,197 pesos al mes, y su padre, José Luis, obtuvo un puesto como asesor en el Senado, embolsándose $75,000 pesos mensuales.
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Parece que la «transformación» también aplica al entorno familiar, donde los lazos de sangre son un buen respaldo para acceder a la nómina federal. A esto se le podría llamar mérito compartido, aunque en Morena insistan en que aquí no hay nepotismo, solo «coincidencias» que, como siempre, favorecen a los mismos.
Resulta peculiar que el director de Seguridad Pública Municipal de Parral, Carlos Javier Pineda Antillón, haya decidido renunciar justo ahora, tras recibir una oferta en el gobierno de Chiapas para encabezar un grupo antisecuestros. La dimisión, presentada este jueves al alcalde Chava Calderón, deja acéfala la corporación a partir del lunes. Lo curioso es que la noticia no ha sido anunciada oficialmente, pero fuentes internas confirman el movimiento. Pineda Antillón, mejor conocido como «El Ruso», tuvo un paso marcado por escándalos, como el caso del «levantón» de dos jóvenes en enero pasado, donde presuntamente agentes municipales estuvieron involucrados.
Pero lo que realmente llama la atención es que en Chiapas el secretario de Seguridad es nada menos que Aparicio Avendaño, el mismo que dirigió la fallida Policía Estatal Única bajo el gobierno de Javier Corral. ¿Coincidencia? Difícil de creer, sobre todo porque en esa época los ataques contra la policía estatal se dispararon de manera alarmante. Ahora, Pineda Antillón se suma a las filas de esa administración, lo que deja más preguntas que respuestas. ¿Un nuevo refugio para viejos conocidos o simplemente una reubicación estratégica?
Muy prevenidos los gobiernos en amurallar los edificios públicos, solo que parece que en la mira de los grupos feniministas, está el edificio de Rectoría de la UACH, que ya comenzaron a decir en redes que sino pueden rayar o destruir Palacio de Gobierno, lo harán con Rectoría.
Hace algunos meses, que en este inmueble pusieron unas puertas de hierro (al parecer por la pasada manifestación de amparados contra la inscripción), pero este 8M son miles las que marcharán y sino protege el lugar, se les va a caer, porque están convocando muy abiertamente y la respuesta no ha sido poca. A ver si no sale peor el remedio que la enfermedad.
Parece que al rector, Luis Rivera Campos, le faltó más visión para proteger el edificio o mínimo negociar con el Gobierno Estatal para que las vallas llegaran hasta ellos, sino, desastre que se armará.
Otro punto, es que la Asamblea Feminista del Estado de Chihuahua ha convocado a mujeres y a personas que se identifican como mujeres a marchar; aunque se deslindan de las acciones del famoso “bloque negro”, aplauden su labor y su lucha directa, en la que les han pedido que no incluyan hombres para que la manifestación sea legítima.
El problema es que probablemente asistan varones que se identifiquen como mujeres por un día, solamente, para formar parte de este bloque y hacer el vandalismo habitual de cada año. Esperemos que no sea así, pero ya no se sabe.
Se viene algo turbio dentro de la Fiscalía General del Estado zona Centro, porque dicen que ya comenzaron a circular quejas en la Comisión Estatal de Derechos Humanos contra una coordinadora en el área de psicología, quien no solamente acosa y violenta a sus compañeros de trabajo, sino muchas veces impide la buena labor en los casos muy específicos con víctimas de violencia.
Dicen por ahí, que de no hacer caso los superiores, ventilarán a los medios de comunicación el nombre de esta persona, así como sus relaciones por las cuales, volvió a su puesto, cuando ya había sido removida algunos años por los mimos problemas.
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