Ciudad de México.- El 15 de junio, la Diputada Yeidkol Polevsky anunció que buscaría registrarse como la «séptima corcholata». Sin embargo, el 11 de junio, en el Consejo Nacional, se acordaron los lineamientos de dichos registros y se agregó una cláusula que indica que sería por invitación directa, permitiendo solo a 4 personajes de Morena y 2 de los partidos aliados. Esto fue confirmado por el Presidente del Partido, Mario Delgado.
Una vez más, queda claro que los tiempos en política son muy importantes, especialmente cuando se trata del destino del país. Estar preparado con un proyecto de nación, una trayectoria previa y demostrar con hechos que se puede llevar a cabo una agenda nacional cumplida en tiempo y forma, sin improvisaciones, serán factores clave que los ciudadanos tomarán en cuenta para elegir a su candidato preferido. En este sentido, uno de los aspirantes que cumple con todos los requisitos es el Licenciado Marcelo Luis Ebrard Casaubón. Quiero hacer hincapié en que de ninguna manera se trata de «un traje a medida», ya que una de las posibles 6 preguntas es el voto de confianza secreto a través de una boleta, lo cual será determinante.
A pesar de la crítica constante de la oposición, creo que como ha mencionado Andrés Manuel en muchas ocasiones, una vez más Morena le da el poder al pueblo para decidir quiénes serán realmente sus candidatos y, sin duda, el próximo presidente de la república. Y el tiempo nos demuestra que estamos en lo correcto, ya que hace algunos días, la alianza «Va por México», en voz de Marco Cortés, dirigente de Acción Nacional, propuso que sus candidatos sean electos mediante encuestas. Sí, mediante esas mismas encuestas que en su momento la oposición llamó «opacas» y «fantasma».
Volviendo al tema, aquí enumero las razones por las cuales uno de los precandidatos ha puesto la agenda del proceso interno de Morena y sus aliados.
El 30 de abril, Marcelo Ebrard instaba a definir las reglas para la candidatura presidencial con el fin de evitar la indefinición y actuar con una actitud democrática, descartando cualquier favoritismo. Debo aclarar que algunos de los candidatos se autodenominaron los favoritos de AMLO, aprovechándose así de la popularidad del presidente. Sin embargo, en congruencia con sus palabras, el Presidente Andrés Manuel López Obrador declaró en reiteradas ocasiones en las conferencias mañaneras que «no había favoritos» ni «tapados».
Es importante mencionar que el presidente siempre ha sido transparente en sus declaraciones y, sobre todo, coherente en sus acciones. Aquellos que no quieran entender esto, no deben quejarse si no salen beneficiados.
Por otro lado, el ex Canciller Marcelo Ebrard cumplió con su renuncia, tal como lo había venido pidiendo desde diciembre de 2012. Fue el primero en hacerlo, no solo renunciando, sino también registrándose y firmando los acuerdos ante Morena.
En fin, los tiempos en política son cruciales y como dicta un principio general del derecho: «Primero en el tiempo, preferido en el derecho».
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