El segundo debate presidencial es materia de todo tipo de comentarios. Sobresalen las de muchas mentes pacatas que se escandalizan porque Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum cruzaron acusaciones y descalificaciones ¡en lugar de presentar propuestas!
Pues qué bueno que no propusieron nada que no pudieran cumplir. Los mexicanos ya estamos cansados de escuchar planteamientos y supuestos compromisos que, ya en el poder, los presidentes, senadores, diputados, gobernadores y alcaldes no cumplen.
Debatir es sinónimo de luchar, de combatir.
El arma es la palabra.
Y si es afilada, más que mejor.
Esas mentes pacatas desconocen como son los debates en democracias consolidadas como la británica, la francesa, incluso la estadounidense.
En esas democracias los debates son hirientes, noqueadores, por lo que dejan fuera de combate a muchos de quienes en ellos participan.
¡Qué bueno que no propusieron tanto, pues!
Y ojalá que en el tercer debate de verdad corra la sangre.
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Además de dar la pelea en defensa propia ante la malquerencia de Claudia Sheinbaum y de su exfiscal Ernestina Godoy, Uriel Carmona, fiscal de Morelos, tiene trabajo hasta para aventar hacia arriba.
Desde el inicio de esta semana se le han acumulado los casos de alto impacto del secuestro y asesinato del periodista Roberto Figueroa…
… el del supuesto “secuestro exprés” del obispo emérito de Chilpancingo, Salvador Rangel…
… y el de la irrupción de un comando armado en un hospital privado de Cuernavaca para asesinar, en la sala de terapia intensiva, a Javier “N”, presunto operador financiero de la célula delictiva “Los Mayas”, con presencia relevante en la zona centro y norte de la capital morelense.
Eso más los homicidios de siete personas en el lapso de 24 horas que fueron de lunes a martes.
No cabe duda. Cuauhtémoc Blanco dejó al estado en manos de los criminales.
Y a quien toca hacer frente al problema es a Carmona, quien debe pensar que mejor sí lo hubieran desaforado como ordenó Sheinbaum.
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Y para deleite de los millones de niños que a diario se despiertan temprano para ver las mañaneras de López Obrador, y para festejarlos en su día, el presidente invitó al grupo musical “Los patitas de perro” a interpretar varias canciones.
Entre ellas “Lávate los dientes y las orejas también”, y “No importa tu sexo o tu condición social, dicen que leyendo se te quita lo animal”.
En cuanto la primera vale preguntar si ante la sordera de AMLO frente a reclamos tales como el de las madres de desaparecidos o los padres de los 43 de Ayotzinapa estaba dirigida a él.
Y por lo que hace a la segunda, ¿estará de acuerdo el “educador” Marx Arriaga quien condena a todos los que leemos por el simple placer de leer?
No estará mal, por cierto, que AMLO se lavara las orejas.
A ver si así…