El controvertido ex director general de Pemex Emilio Lozoya Austin ya puede ir al Hunan del Paseo de la Reforma a disfrutar de su célebre pato laqueado.
Nada lo obliga a permanecer en alguno de sus domicilios. Un juez le concedió un amparo para que siga el último de sus procesos en libertad, sólo con un grillete electrónico fijado en uno de sus tobillos y con la prohibición de abandonar el territorio de CDMX. ¡Vaya, ni siquiera puede ir a Paseo Interlomas en el conurbado municipio Huixquilucan!
Pero ¿podrá deambular tranquilo por la capital nacional? ¿Se atreverá a salir de las cuatro paredes de alguna de sus casas, sabiendo como sabe que es un delator y que a los “sapos” invariablemente les va mal?
Y es que apenas lo aprehendieron y lo llevaron a un hospital comenzó a “cantar”. En la letra de su canción aparecían los nombres de Enrique Peña, Luis Videgaray, Aurelio Nuño y otros conspicuos miembros del círculo interno del anterior presidente de la República que, hay quien dice, no se van a quedar cruzados de brazos.
La zozobra tampoco lo abandonará en familia. Su soberbia, el “a mí no me va a pasar nada”, provocó el confinamiento carcelario de su señora madre, primero, y que después ella también usara el adminículo electrónico para estar siempre localizable.
Lo mismo pasó con su hermana, quien hasta tuvo que huir.
Y su exesposa también fue señalada como cómplice.
Embarró a todos sus cercanos.
¿Libre? No lo creo. Su peor prisión son el miedo y la frialdad familiar que hoy seguramente lo mantienen enjaulado.
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¡Vaya “quemada” que López Obrador le puso a su “amigo” Arturo Zaldívar Lelo de Larrea!, quien encabezara a la Suprema Corte de Justicia de la Nación de 2019 a 2022 y a quien se le frustró su deseo de reelegirse en el cargo, por lo que tal vez luego renunció inusitadamente para irse de palero a la campaña de Claudia Sheinbaum.
El mandatario también asumió el papel de delator y reveló en su conferencia matutina que hablaba con Zaldívar, para solicitarle que conversara con los jueces sobre algunos fallos relacionados con la libertad de políticos y presuntos delincuentes.
Y dejó a Zaldívar en papel de lamesuelas del poderoso en turno.
Triste papel para quien encabezó el Máximo Tribunal.
Contrastante con el de su sucesora Norma Piña a quien AMLO acusó de no hacerle caso, de ejercer la autonomía de la Corte, de actuar con imparcialidad.
¡Cuidado! Cualquier mañana de éstas López Obrador puede delatar a sus cómplices en la Defensa Nacional, en la Marina Armada y en Seguridad ciudadana, entre otros.
¡AMLO también es un “sapo”.
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¡Que fosfo – fosfo, ni que la…! ¡El partido propiedad vitalicia de Dante Delgado Rannauro tiene los colores con los que en la capital del país se identifica a los trabajadores de Limpia!
Y en congruencia involuntaria se han dedicado a recoger desperdicios, y desechos orgánicos de otros partidos para reciclarlos con las siglas MC.
Su más reciente acopio fue el de la todavía alcaldesa de Cuauhtémoc Sandra Cuevas, lo que colmó el plato de muchos inconformes con las decisiones unipersonales del propietario de la franquicia. Patricia Mercado, excandidata presidencial y política seria, a la cabeza del hartazgo.
Hijo, sobrino y demás parientes de Delgado también forman parte de la pepena.
¡Con esa fauna de acompañamiento Morena cada vez tiene menos posibilidades de alcanzar la meta que se propone para el 2 de junio!
Se (la) pelará… ¡la naranja!