El 26 de noviembre pasado se cumplieron 103 años del fusilamiento del General Felipe Ángeles. Pocas personas en la historia de nuestra Patria son ejemplo de Patriotismo, lealtad, y ciudadanía como Felipe Ángeles. Pero, a 103 años de su ejecución, ¿Qué nos dice Ángeles a los chihuahuenses y mexicanos contemporáneos? ¿Por qué es importante conocer quién fue y qué representa Ángeles en nuestro contexto?
Para empezar, muchas personas podrán aducir que Ángeles no era originario de Chihuahua. En efecto, Felipe Ángeles nació en el estado de Hidalgo, en donde sus restos fueron llevados muchos años después de que el General fuera fusilado en este estado norteño. Sin embargo, Ángeles acogió al Estado de Chihuahua y lo describió en el juicio que el régimen Carrancista organizó para legitimar su ejecución, como un lugar singular en donde los ideales de la Revolución pudieron florecer y sobrevivir.
En dicho juicio, celebrado en el antiguo teatro de los Héroes de Chihuahua, Ángeles afirmó que se sentía perteneciente a Chihuahua por las actitudes y valores que los ciudadanos de Chihuahua habían demostrado durante la Revolución.
Ángeles comparte cualidades con otros próceres de nuestra historia regional como Ángel Trías, Abraham González, y Elisa Griensen. Todas estas personalidades poseían de privilegios y gozaban de comodidades. La mayoría de ellos tuvieron la oportunidad de estudiar en el extranjero en donde obtuvieron importantes reconocimientos internacionales. Todos ellos al volver a México, pudiendo haber disfrutado de una vida llena de holgura y satisfacciones, prefirieron defender sus creencias a pesar de enfrentar enemigos que alguna vez se vieron imponentes e imbatibles.
Dentro de todo el uso doctrinario que se le da a la historia nacional, sobre todo a la manipulación de figuras nacionales, vale la pena profundizar en los actos que han realizado personalidades. como las antes citadas, para estructurar nuestra propia conducta. El estudio de la historia va más allá del estudio biográfico. El estudio de la historia implica sobretodo el análisis de las relaciones entre procesos y de ideas. No obstante, podemos ver más lejos y actuar con mayor perspectiva teniendo en cuenta lo que los algunas personas de nuestro estado realizaron en sus vidas.
A 103 años del fusilamiento de Felipe Ángeles, no solamente debemos de voltear hacia atrás y agradecer la virtud y la valentía del general. Felipe Ángeles no se debe de ver como una entidad alejada del pasado, sino como un elemento para construir nuestro estado y nuestro país, y reconocer las virtudes que tuvo en situaciones adversas. La devoción de Felipe Ángeles por las instituciones democráticas del país nos habla de una concepción activa de ciudadanía. Esta devoción es necesaria para consolidar nuestras instituciones democráticas que todavía se encuentran en proceso de construcción.
La vida de Felipe Ángeles no es un simple repositorio anecdótico de cultura general. El conocimiento de las acciones de Ángeles, en el entorno en las que fueron realizadas, y conscientes de la defensa de las convicciones que promulgaba, enriquece nuestro panorama personal. El conocimiento de Ángeles y de su vida nos tiene que servir para tomar mejores decisiones como socios en la joven democracia que nos encontramos construyendo en México.