Audios: Bonilla sobre el asesinato de Pedro Pablo Lara, oficial mayor de Nuevo Casas Grandes.
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Noticias Chihuahua. –
La ejecución de Pedro Pablo Lara, oficial mayor de Nuevo Casas Grandes, durante una agresión armada se debe a una mala elección de gobernantes, adjudicó el alcalde capitalino Marco Bonilla Mendoza. A su modo de ver, eso ha desembocado en la inseguridad de aquel municipio, al grado de que la delincuencia organizada, infiltrada en las corporaciones policiales, puede disparar a plena luz del día y permanecer impune.
Según información preliminar, Lara fue asesinado cuando circulaba las calles de la colonia Juan Pablo II en su Chevrolet negra, durante la mañana de éste miércoles 13 de diciembre. Apenas ejercía su cargo desde hace una semana, cuando fue nombrado por Edith Escárcega Escontrías, del Partido del Trabajo (PT), quien tomó protesta como alcaldesa en lugar de la electa Cynthia Marina Ceballos Delgado, arrestada e imputada el 12 de noviembre por desfalco al erario por un estimado de más de 2 millones de pesos.
Interrogado sobre su percepción de lo sucedido al oficial mayor, Bonilla Mendoza manifestó: «Lamentable lo que sucede en Nuevo Casas Grandes. Desde aquí, por supuesto, enviarle nuestras condolencias no sólamente a su familia, sino a los habitantes de Nuevo Casas Grandes por esta situación que están viviendo. De aquí yo les diría la importancia, y creo que es un claro ejemplo y un espejo para el resto del Estado, de elegir bien en las elecciones, de tomar una decisión adecuada. El gobierno no es hacer enchiladas. Es una gran responsabilidad. La primera, creo yo, es la seguridad. Así que, pues, creo que hoy […] una decisión tomada, lamentablemente, por los ciudadanos, la están pagando caro».
En tal sentido, recalcó que dentro de poco los gobiernos estatal y federal restaurarán la paz en el municipio, y expresó que espera el esclarecimiento de lo sucedido, que se dé con el o los responsables y paguen con cárcel. Asimismo, en sus palabras, agregó que su mayor temor para Chihuahua sería que caiga en las manos de alguien con nexos al sicariato, o, peor aún, como en Nuevo Casas Grandes, que el sicariato mande la región por encima de la policía y las instituciones gubernamentales.
Dijo: «[mi mayor temor es] eso: que caiga en algunas manos equivocadas, que caiga en las manos de alguien que tenga la tentación de sentarse a platicar con quien no debe, con delincuentes, como sucede en muchas ciudades del país, y que suceda lo que hoy estamos viendo que sucede en Nuevo Casas Grandes: una policía cooptada por el crimen organizado, [donde] quien manda no es el presidente municipal, la gobernadora, el presidente de la república o los mandos policiales, sino es, literalmente, la delincuencia organizada dentro de las corporaciones policiales. Es una ciudad donde se normalizan los ataques a plena luz del día, en las avenidas principales, como ya nos tocó vivirlo a nosotros por allá del año 2009 [o] 2010».
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