PAUSA.MX

Anoche vimos, otra vez, un debate presidencial acartonado, conducido por dos colegas que se tomaban más tiempo en preguntar que los candidatos en responder. Con fallas de producción a cargo del INE de Guadalupe Taddei. Y con una baraja de temas que hicieron difícil que se ampliaran los participantes en los temas.

Claudia Sheinbaum, “La Dama de Hielo” –como la bautizó su principal contrincante– llegó mejor preparada por sus asesores en neurolingüística, pero sólo lo hizo para mentir, engañar, mencionar a AMLO hasta la náusea y repetir las frases hechas que el tabasqueño emplea cotidianamente. Ni siquiera se excusó por no responder las puyas de la aspirante presidencial de Fuerza y Corazón por México. Siempre evadió. Y machacó sobe su oferta de seguir repartiendo dinero del erario en algo así que llamó “derechos”. Sus propuestas son idénticas a las que el ahora Presidente de la República prometió –y no cumplió– hace seis años.

Xóchitl Gálvez se mostró entretenida en sus tarjetas, sin mirar a las cámaras –es decir, no veía a los televidentes–, muy maquillada y poco fresca. No fue ella. Incluso un par de ocasiones presentó imágenes volteadas de cabeza y, al final, el lábaro nacional. Fue puntillosa en sus acusaciones, aunque le faltó contundencia por lo que no recibió respuestas ni aclaraciones siquiera de la morenista. También repitió sus propuestas de campaña de regalar más dinero del erario y de revivir lo que había antes de 2018, la obra del “PRIAN” según sus contrincantes, como el Seguro Popular y las escuelas de tiempo completo, entre otras.

Jorge (Álvarez) Máynez hizo propuestas y se refirió constantemente a lo que hizo como legislador local y federal, sin que ninguna de sus iniciativas fuera aprobada. Quedó manifiesto su papel de esquirol. De enviado del obradorato para atacar a ambas candidatas, pero hincando el diente sobre Gálvez.

¿Quién ganó el primer debate?

Nada para nadie.

* * *

Han acusado a López Obrador de no respetar los convenios internacionales que el gobierno mexicano ha firmado en materia de derecho de asilo, a propósito del conflicto con Ecuador por la protección que la embajada mexicana en Quito brindó durante meses a un delincuente procesado.

No los respeta, sencillamente porque ni siquiera los conoce.

AMLO es, en efecto, un ignorante, tal y cual lo señaló recientemente el mandatario argentino Javier Milei.

Es tan pero tan ignorante que su primera reacción tras la irrupción de las fuerzas públicas ecuatorianas a la sede diplomática de nuestro país en Quito fue la de declarar que se “suspendían” las relaciones con el país sudamericano.

Tuvo que salir casi inmediatamente después la canciller Alicia Bárcenas a difundir un comunicado en el que se leía que se rompían las relaciones con el gobierno de Daniel Noboa y no que se suspendían.

Le piden demasiado a López Obrador.

Es un ignorante.

* * *

Y a propósito de patadas…

Tras el rompimiento de relaciones gubernamentales entre México y Ecuador surgió una duda respecto a qué podría pasar con el duelo entre la Selección Mexicana y la ecuatoriana, mismo que se celebrará durante junio como parte de la Copa América 2024.

La mayoría de los cuestionamientos surgieron respecto a si se cancelaría el partido, o se buscaría modificarlo, tomando en consideración que el sorteo se llevó a cabo el pasado mes de diciembre.

La respuesta concreta es no.

Todo seguirá de acuerdo con lo establecido, sin importar si las cosas se mantienen de la misma manera.

Y es que business are business.

Buena noticia, pues, para todos aquellos que aman el futbol.

Por AL PE

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