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En el evento tecnológico global LEAP 2025, Arabia Saudita anunció inversiones superiores a 7,500 millones de dólares para fortalecer su infraestructura digital, impulsar inteligencia artificial y desarrollo tecnológico. Este movimiento busca posicionar al país como un centro estratégico de innovación en Oriente Medio.
Una de las iniciativas más ambiciosas es la construcción de un data center sostenible en Oxagon, con capacidad energética de 1.5 GW. Este centro pretende ser un nodo global de cómputo de alto rendimiento y que al mismo tiempo respete criterios ecológicos.
También se anunció que NEOM y DataVolt colaborarán en este proyecto, generando sinergias entre desarrollo urbano, tecnología avanzada y sostenibilidad. Parte del dinero invertido se destinará a redes de fibra óptica, cables submarinos y expansión de centros de datos en distintas regiones del reino.
Además, la empresa Alfanar anunció que construirá cuatro nuevos centros de datos con capacidad combinada de 88 MW, mientras que el operador Mobily se comprometió con más de 900 millones de dólares para fortalecer conectividad.
Este despliegue no solo es técnico sino estratégico. Arabia Saudita ambiciona diversificar su economía más allá del petróleo, atraer talento global, estimular el ecosistema emprendedor tecnológico y posicionarse en la cadena global de valor digital.
Pero hay desafíos: conservar la sostenibilidad energética, equilibrar inversión pública con privada, asegurar la transparencia y la gobernanza de estos proyectos. También deberán atraer desarrolladores, industria y talento para hacer de esos megaproyectos algo útil, no solo imagen.
Desde la perspectiva regional e internacional, hay interés en ver si estos planes tienen impacto real. Países vecinos seguirán de cerca el rumbo de Arabia Saudita en innovación. El éxito o fracaso podría inspirar movimientos similares.
