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A la senadora Andrea Chávez ya no le llueve, le llueve sobremojado. Cada vez que abre la boca en redes sociales, más le llueven críticas y le salen esqueletos del clóset. No ha entendido que su popularidad se le desmorona con cada declaración, y mientras se empeña en jugar a la política de alto nivel, la realidad es que carga ya con un expediente de errores que le pesan como lastre. Lo peor es que, en su mundo, que toda su familia viva de la política no es nepotismo. Claro, si se tratara de otro partido, ya habría hecho un hilo en X denunciando la corrupción. Pero cuando el apellido es Chávez, parece que la moral se flexibiliza. Ella promueve la austeridad mientras su padre cobraba 75 mil como asesor, su hermano 66 mil en Liconsa, su madre de 31 mil pesos en la UACJ, y otro hermano cobra 18 mil por un programa en la CDMX. Pero aun con toda la sinvergüenza que se muestra aún tiene cara para criticar a la gobernadora.
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Y aunque intente mantener su imagen como figura joven y progresista, lo cierto es que Andrea Chávez está más golpeada que los negritos Bimbo, y no precisamente por la oposición, sino por sus propias contradicciones. A la senadora le urgen asesores de imagen con un poco más de talento o al menos sentido común, porque ni su equipo de comunicación ni sus estrategias de mercadotecnia política logran rescatarla del desastre. Bien dicen que todo en la política es publicidad, pero en su caso, más que una campaña parece una cadena de memes. Con cada escándalo familiar, queda más claro que lo suyo no es la congruencia, y que la honestidad que predica es de esas que se reparten solo entre parientes.
Bueno, pues parece que en el Municipio de Chihuahua ya les dio carta abierta el alcalde, Marco Bonilla, a sus regidores del PAN, porque andaban con la Ley Mordaza y no oficialmente, sino por instrucciones de Comunicación Social, que ni siquiera podían abrir la boca sino era con la venia.
Tal parece que llegó esto a odios del alcalde, que ya les dio libertad para poder promocionar sus secciones y vaya que se lo tomaron en serio porque ya andan enviando boletines y presentándose ante los medios de comunicación para dar a conocer lo que hacen.
Si bien es cierto que la encomienda es alinearse para darle brillo a Bonilla, pero eso no significa que deban callarse o no hablar de sus cosas, si al final y a cabo son equipo y funciona.
Parecía que otros ediles de partidos opositores o en alianza andaban más puestos que un calcetín y os azules se andaban quedando cortos. Estrategia algo inexplicable y por lo visto fallida en cuestión de mercadotecnia política.
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