CHIHUAHUA. Las autoridades estatales omitieron abordar los problemas de inseguridad ocurridos durante los últimos días, como el asesinato de dos policías en Ciudad Juárez y el retén de sicarios en Guadalupe y Calvo. Tampoco han convocado reunión para analizar los niveles de COVID-19.

El secretario General de Gobierno, César Jáuregui Moreno, señaló que, durante la reciente mesa de seguridad —realizada cada lunes, miércoles y viernes— no se trataron los temas de los agentes acribillados o los periodistas detenidos por miembros del crimen organizado.

Además, refirió que aún no se tiene fecha para la próxima sesión del Consejo Estatal de Salud, ente encargado de analizar el comportamiento del coronavirus en Chihuahua y modificar el semáforo de riesgo epidemiológico junto a sus respectivos lineamientos sanitarios.

Esto último —manifestó— se trata de una señal favorable, puesto que la enfermedad no ha obligado a convocar a los especialistas en forma urgente. Desde el 4 de mayo, el reporte técnico del virus se realiza de forma semanal.

Este fin de semana, un grupo de reporteros que cubría la gira del presidente Andrés Manuel López Obrador fue detenido por hombres armados, vestidos de camuflaje, sobre la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo.

No los bajaron del vehículo, pero fueron cuestionados acerca de a dónde se dirigían. Pero López Obrador minimizó la situación; «No pasó nada. No pasó nada, afortunadamente», mencionó.

Durante la noche de este sábado, dos elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) de Ciudad Juárez fueron atacados a balazos al atender un reporte de asalto en una tienda en la colonia Parajes de Oriente. Una de ellas murió a pesar de recibir atención médica.

Horas después, la madrugada del domingo, un integrante de la Coordinación de Seguridad Vial fue asesinado mientras circulaba en su carro, un Ford Fusion negro.

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