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Con bombo, platillo y mucha foto institucional, la administración municipal sumó un sexto establecimiento al programa “Noche Segura”. Esta vez fue la Cervecería 19 la que recibió su placa, como si se tratara de un trofeo por buena conducta. La regidora Patricia Ulate, encabezó el acto y aprovechó para recordar que este proyecto busca que las mujeres puedan sentirse a salvo en centros nocturnos. La narrativa es positiva, claro, y no falta quien aplauda la estrategia, sobre todo porque el distintivo incluye capacitación y un protocolo claro de acción en caso de que alguna mujer se sienta en peligro. Todo muy bien en el papel.
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Sin embargo, no se les vaya a olvidar El Nopalero, también conocido como El Bardos, el original, ese que por horario y estilo de clientela debería estar ya en la lista prioritaria. Se espera que en los próximos días también se les incluya en el programa, pues si algo caracteriza a este sitio es precisamente su vida nocturna intensa. Con esa disposición, no hay excusa para dejar fuera a ningún antro del circuito clásico. Porque si de verdad se trata de construir espacios seguros, que no lo parezca un club VIP para ciertos giros o marcas, y que no se les pase incluir a quienes realmente forman parte del corazón de la vida nocturna chihuahuense.
La cultura de la prohibición de todo, parece ser que es un día a día en Chihuahua y vaya que las autoridades se han tomado la tarea de considerar faltas o delitos muchos comportamientos y hasta libertades de expresiones, que presuntamente disfrazadas de políticas en favor de las mujeres pero…
¿Podría ser la cruda moral motivo de abuso? Aunque usted no lo crea, sigue esta discusión tanto a nivel federal como en lo local e incluso lo municipal, en que haya modificaciones a la ley para que si alguna mujer considera que tras una noche de copas, al final, considera que hubo abuso, podría denunciar a quien señale como culpable y enfrentaría cargos graves.
El que las mujeres tengan un empoderamiento con decisiones inteligentes, fortalezas y ganarse puestos altos que originariamente solo lo ocupaban los hombres, es muy positivo, así como crear políticas públicas para buscar proteger o llenar huecos legales, pero también, a veces, entren en lo absurdo.
Desde la pasada Legislatura Federal, había varias propuestas para elevar las penas cuando alguien altera bebidas o se comprueba que hubo drogas en las bebidas en algún antro, bar, restaurante o cualquier reunión y la finalidad fuera un intercambio sexual, pero sin consentimiento real, razón por la que se han implementado medidas como las famosa pulsera Centinela, que detecta si le pusieron algo a la bebida.
El problema, fue cuando se habló de que si una mujer bebía en exceso y al día siguiente, se arrepiente de algún comportamiento y piensa que pudo aprovecharse la otra persona de su estado, debería considerarse delito también. Estas propuestas fueron evidentemente desde Morena, que luego secundaron algunas diputadas.
Ahora, en el Congreso Estatal, nuevamente, las legisladoras de izquierda supuestamente, como Irlanda Márquez, Jael Arguelles, María Antonieta, comenzaron a debatir, que hasta las conservadores del PAN como Joss Vega y Carla Rivas, asintieron como de estar de acuerdo.
Con el empoderamiento en el Ayuntamiento que les ha permitido el alcalde, Marco Bonilla, parece que son las mujeres las que gobiernan en el municipio, ya que todas las propuestas de regidoras se resuelven a favor. Este tema, ya tocó a la actual encargada del Despacho, Paty Ulate, quien ha platicado con la regidora de Morena, Elena Rojo, con Ana Lilia del PRI, así como con la síndica y la directora del Instituto de Las Mujeres, Mónica Meléndez, para poder hacer alguna reforma al código que ponga en debate esta situación.
En otras palabras, si al día siguiente de la noche loca y de excesos, no le gustó o hay arrepentimiento, tendrán el derecho de denunciar con quien tuvieron la relación sexual si no fue del todo satisfactorio, para que haya una investigación para determinar si hubo abuso sexual, porque podría haberse aprovechado de la situación.
La cruda moral, es un sentimiento intenso de remordimiento, vergüenza o arrepentimiento después de realizar una acción que la persona considera incorrecta o dañina, que es muy común que tanto hombres como mujeres la sientan después de beber alcohol en exceso. No es un motivo para un delito como el abuso sexual, pero puede ser una consecuencia psicológica de haber cometido un acto que viola la moral personal o la ley, incluyendo el abuso sexual.
El abuso sexual es un delito que implica actos sexuales sin consentimiento, realizados con violencia, intimidación o aprovechándose de la vulnerabilidad de la víctima. La cruda moral, en cambio, es una respuesta emocional a la acción, no una justificación para cometerla.
Es por ello, que la cruda moral puede ser una consecuencia de cometer abuso sexual, pero no es la causa ni la justificación del delito. El abuso sexual es un acto deliberado que atenta contra la libertad y la integridad de la víctima, mientras que la cruda moral es un sentimiento subjetivo de culpa.
¿Será que esto podría llegar a ser ley? ¿Sería también a la inversa o solo aplica de mujeres a hombres? ¿Significa que sería un riesgo legal jugar a los Power Rangers? Como dicen algunos, meras ocurrencias nomás porque tienen boca.
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