Como aquellas calcomanías, Ricardo Salinas Pliego pegó por arriba, por abajo, por todos lados al gobierno de su amigo López Obrador.
En un video colgado en redes sociales, el empresario habló de la corrupción imperante entre aquellos a quienes llama “gobiernícolas” y que rodean a AMLO, de la extorsión que el SAT lleva a cabo sobre los empresarios, de la secrecía que se mantiene sobre los altísimos costos de las obras faraónicas del régimen de la 4T, de los 50 mil millones de pesos que, mínimo, se han embolsado los morenistas tan sólo del programa de apoyo a “los viejitos”, de…
¡Ahora sí que hay tiro!
Y ante ello la respuesta del amigo de “El Clan”, los hijos de AMLO Andy y Bobby, Antonio Martínez Dagnino, fue que el dueño de Elektra y de Banco Azteca debe al fisco ya no 10 ni 20 ni 30 sino 63 mil millones de pesos.
Exactamente las mismas cantidades que hace un par de días Álvaro Delgado, uno de los periodistas del vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas, ya había mencionado en una pregunta al presidente, lo que evidenció otro de los montajes que se transmiten en las mañaneras.
Un video más del Tío Richie y su supuesta deuda al fisco, según los habitantes de Palacio Nacional, crecerá a los 100 mil millones, más otros 500 mil millones, pero no de multas ni recargos, sino por haberse atrevido a decir en público lo que muchos otros empresarios, por temor, sólo cuchichean en las sobremesas.
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Fue en 2012 cuando el movimiento #YoSoy132, que surgió en mayo de ese año como una forma de protesta contra la cobertura informativa del proceso electoral ante la presencia a hurtadillas de Enrique Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana, que se habló de “la primavera mexicana”, comparando las protestas con las que en esos tiempos se habían dado en algunos países árabes.
Culminó frente al Palacio de San Lázaro, cuando en los momentos en los que EPN asumía la presidencia de México, cientos de jóvenes arrojaban piedras y bombas caseras contra policías que resguardaban la Cámara de Diputados y el centro de la capital del país.
Los voceros del grupo se deslindaron de las acciones violentas.
Hoy, sin intimidaciones violentas por parte de actores sociales –en contraste con las de los grupos delincuenciales que crecen en proporción geométrica día a día–, hay un nuevo hálito de cambio tras ya más de cinco años de un régimen fallido, corrupto y desobligado.
Esa esperanza de cambio se cifra en la candidata presidencial Xóchitl Gálvez que, a diferencia de su contrincante Claudia Sheinbaum, no es conformista con el statu quo y está comprometida a regresar la paz al país en guerra (perdida) desde hace ya casi 18 años.
Con sus colores, con el sonido de los trinos renovados, la primavera siempre da esperanza.
Uno de los 67 millones de niños que se quedaron sin recibir inmunización sistemática total o parcial entre 2019 y 2021, trajo sarampión de Alemania.
La enfermedad, como usted sabe, es de alta transmisibilidad, lo que puede desencadenar una epidemia.
Este es otro crimen perpetrado por don AMLO y su pandilla, pues 48 millones de infantes no recibieron ni una sola vacuna sistemática, un factor que también se conoce como “cero dosis”.
¡Cuidado!