El pasado 7 de mayo, dos aviones de Volaris estuvieron cerca de colisionar en la pista 05L del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ya que el controlado aéreo permitió al vuelo de Volaris VOI 799, procedente de Mazatlán, aterrizar al tiempo que otra aeronave se encontraba en pista con la autorización de despegar.
El avión tuvo que emprender el vuelo nuevamente y desde entonces ha habido un cruce de señalamientos entre el Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (Sinacta) y Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) por la responsabilidad de este incidente.
No obstante, y aunque ordenó la realización de una investigación en Seguridad Operacional, Volaris se apresuró a desmarcar a los pilotos de la aeronave de este incidente al afirmar que gracias a su entrenamiento y seguimiento procesal, pudieron salir adelante de este incidente sin poner en riesgo a ningún pasajero.
“Gracias al entrenamiento de nuestros pilotos y a su impecable seguimiento de los procesos, ningún pasajero o tripulante estuvo en riesgo durante la situación reportada en el #AICM la noche del 7 de mayo».
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“En seguimiento a los protocolos, inmediatamente solicité una investigación a nuestra área de Seguridad Operacional, así como a las autoridades aeronáuticas. En #Volaris operamos siempre con estricto apego a los procedimientos y con la seguridad como prioridad”, informó ayer en su cuenta de Twitter, Enrique Beltranena, CEO de Volaris.
Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de Transporte de la SICT, pidió no adelantar conclusiones y aunque reconoció que todo parece apuntar a un error del controlador aéreo, también se va a indagar si el piloto de la aeronave se adelantó a las instrucciones.
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