La UNAM advierte de hundimientos en 5 alcaldías de la Ciudad de México y esta información no es de menor importancia porque se trata de un fenómeno que pone en peligro la vida de millones de personas.
En zonas como Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Tláhuac, Iztacalco y Cuauhtémoc, el suelo se está hundiendo a un ritmo muy rápido en comparación con otras zonas, y sin intervención urgente, varios barrios podrían volverse inhabitables antes de que termine esta década.
Como lo mencionamos anteriormente, la UNAM ha advertido sobre el hundimiento de la alcaldía Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Tláhuac, Iztacalco y Cuauhtémoc. Geólogos de la máxima casa de estudios de México, explicaron que lo más preocupante de este fenómeno es la subsidencia.
La subsidencia es un descenso sostenido del suelo que, en algunas zonas como las ya dichas, alcanza hasta 40 cm al año. En promedio, se están hundiendo entre 10 y 30 cm anuales. Por lo que en una década podría sumar tres metros de bajada en algunos puntos
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El origen de este problema ya está dicho y es una mezcla de muchos factores, como la extracción intensiva e irracional de agua subterránea, la construcción masiva de edificios pesados sobre un suelo arcilloso y volcánico, y el hecho de que casi toda la ciudad fue construida sobre lo que era el antiguo lago de Texcoco. Esa unión de peso y sequía compacta el subsuelo de forma irreversible.
Las cinco alcaldías mencionadas corren más riesgos porque comparten una peculiaridad, fueron asentadas sobre humedales lacustres. En Iztapalapa, algunas zonas, por ejemplo, se registra el hundimiento más grande, que es alrededor de 40 cm anuales. En la alcaldía Cuauhtémoc, el descenso es de unos 10 cm cada año.
Y este hecho trae consigo un gran número de problemas como daños en la infraestructura, inundaciones más frecuentes debido a la superficie impermeable, y una crisis en el abastecimiento de agua potable.
La propia UNAM señala que existen dos caminos posibles frente a esa realidad inevitable, construir infraestructura para adaptarse al hundimiento, tolerando los desgastes, o la más drástica, reubicar a la gente hacia zonas más seguras, lo cual implicaría desplazamientos masivos.
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