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En la ciudad de Jiménez, la administración municipal se tambalea en un desorden que parece no tener freno. El síndico Jorge Luis Ochoa Galindo, lleva seis meses sin presentar sus informes, una omisión que, según se dice, responde a las órdenes directas del presidente municipal, conocido como Pancho Muñoz. Este bloqueo evidencia una falta de transparencia y un temor reverencial hacia el alcalde, quien, a pesar de su autoridad, no logra que los números le favorezcan ni que la gestión municipal sea eficiente. La censura impuesta al síndico, combinada con su sumisión tanto al edil como a la presidenta de síndicos a nivel estatal, refleja una cadena de mando que prioriza la obediencia sobre la responsabilidad. En este escenario, la capacidad administrativa y el conocimiento matemático para manejar recursos brillan por su ausencia, dejando a Jiménez en un estado de descontrol donde las palabras sobran y los hechos escasean.
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Por si fuera poco, el caos se agrava con obras fantasmas que, aunque aparecen como concluidas en los reportes oficiales, en realidad no existen. Estas irregularidades, encabezadas por el alcalde de Morena y respaldadas por un síndico que parece acatar órdenes sin cuestionar, sumergen a Jiménez en un desastre administrativo. Los intermediarios, por su parte, apenas merecen mención, pues su papel en este enredo es igualmente opaco. La ciudad está de cabeza, atrapada entre la opacidad, las mentiras y la falta de cumplimiento en proyectos esenciales. La ciudadanía merece claridad y resultados, pero, por ahora, solo recibe excusas y un gobierno que parece más interesado en mantener el control que en construir un futuro sólido para Jiménez.
Y seguimos con los pequeños municipios y sus incoherencias, que en el caso de La Cruz, andan las cosas color de hormiga bajo la administración de Sergio Luis Olvera Gallegos, que según esto, ha reportado un aumento significativo del 20% en la recaudación del impuesto predial durante 2025, alcanzando un total de 793 mil pesos hasta la fecha, 130 mil pesos más que los 663 mil pesos recaudados en el mismo periodo de 2024. Este logro, atribuido a la confianza de los contribuyentes y a la eficiencia en los procesos de cobro, refleja un avance en la gestión municipal. Sin embargo, aún no se ha aclarado de manera específica cómo se invertirán estos recursos propios, lo que genera incertidumbre entre algunos ciudadanos.
A pesar de los anuncios oficiales que destacan el destino de estos ingresos hacia programas sociales y obras públicas, como la rehabilitación de caminos, apoyos en vivienda, mejoramiento de espacios públicos y acciones para sectores vulnerables en las 11 comunidades del municipio, algunos habitantes expresan escepticismo. La falta de transparencia sobre los proyectos específicos en los que se emplearán los 793 mil pesos recaudados ha generado cuestionamientos, especialmente porque los cambios en la actual administración no han sido percibidos como suficientemente notorios por parte de la población.
La administración de Sergio Olvera enfatiza que el aumento en la recaudación es un reflejo del compromiso ciudadano y de la mejora en la atención al contribuyente. No obstante, la incredulidad de algunos sectores de la población pone presión sobre el gobierno municipal para que detalle con claridad el plan de inversión de estos recursos, a fin de garantizar que se traduzcan en beneficios tangibles y visibles para todos los habitantes de La Cruz.
Cuando se pensaba que ya la había librado, ¡Tómala! que a Miguel Riggs parece que no le están saliendo las cosas como debieran, ya que andaba muy contento cantando victoria cuando el TEE desechó la denuncia echa por la síndica por violencia política, pero no contaba con que en la Sala Guadalajara del Poder Judicial de la Federación, sí le hicieron caso y nuevamente vuelve el caso, en el que ahora, la autoridad federal le ordena al TEE que repita y valore los criterios, porque su resolución no fue emitida con perspectiva de género.
La que anda como pavorreal es Olivia Franco, que impugno y se fue hasta arriba, pero sabe que el antes panista, luego emecista y ahora morenista, tiene varo y también se irá con todo para defender su caso. Bueno, tampoco es como que sea el asunto más importante políticamente hablando de este año, caso que lleva 8 meses, cuando todo podía haberse resuelto hablando, pidiendo disculpas, una llamadita, un encuentro casual, pero no, ambos actores políticos le han querido dar vuelo y solamente para aparecer en los medios de comunicación.
Sin menospreciar el esfuerzo para erradicar la violencia política hacia las mujeres, el mero hecho es demasiado banal, porque aunque pudiera haberse malinterpretado o manipulado o bien, fuera una realidad. Son situaciones que no debían haber llegado hasta el punto de que se haga polémica. El caso es que a Oly Franco ni siquiera se había enterado del asunto en enero, hasta varias horas después y claro que lo cotejó con personal del Municipio para dejarlo así, hablarle a Riggs o como ocurrió, hacer más grande el asunto. El otro, pues ni se había enterado y en lugar de llamarle directamente a Oly para aclarar, conversó con sus compañeros morenistas y hasta hizo un video todo «mochado» en tiktok donde se reía de que estaban haciendo un complot en su contra.
La realidad es que la calidad política actual está por los suelos, que miradas, palabras, ocurrencias, hacen que todo se vuelva una tormenta, únicamente para que se vuelva viral y dar de qué hablar; la nueva política se cae a pedazos en temas infantiles, berrinches, denuncias a más no poder en redes sociales, que hacen que el público real, el que vota, les harte y cada día odie más a la clase política y deje de creer en ellos. Pero bueno, ahí síganle, a ver si no se arrepienten cuando ya no haya «hueso».
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