Terrible descuido está la carretera federal en el municipio de Temósachic, donde baches, bordes, cuarteaduras es lo de cada día en un tramo de hasta 14 kilómetros, que desde hace años la SCT no le ha puesto atención.
Tras un invierno seco y falta de lluvias en casi toda la entidad, se podría haber hecho algo en estas arterias, pero parece que no son zonas prioritarias para el Gobierno Federal, pero los que ya se hartaron son los que viajan todos los días para hacer sus quehaceres, desde productores, comerciantes, paisanos y especialmente, de pueblos originarios que deben sufrirla para poder llegar a sus comunidades.
Hasta en redes sociales denuncian el pésimo estado en que se encuentra la carretera, cuya mayor afectación es en la comunidad de Agua de Los Leones y el camino hacia Yepómera, que solo se puede sentir los cráteres interminables por todo el camino.
Los que ya se pusieron las pilas, son los directores de dependencias municipales, que ya no la vieron fácil con el nuevo alcalde, Jorge Cruz Russek, que no solamente era seguir con lo operativo, sino dar a conocer todo el trabajo realizado.
Los primeros en apuntarse en salir a la prensa fue Luis Báez de Mantenimiento Urbano y Pepe de Lamadrid de Servicios Públicos, que pidieron dar ruedas de prensa y que se note la labor, así que sus puestos no estarán en riesgo y le dará el visto bueno.
Y no es deban ser pacientes por poco más de dos meses en lo que regresa Marco Bonilla, pero si el suplente decide hacer cambios, quizás cuando el titular retorne lo piense dos veces antes de recontratar, así que mejor asegurar el “huesito”, no vaya a ser.
Desde la Comisión Nacional del Agua surge una preocupante revelación: unos 60 permisos para el aprovechamiento de terrenos federales en Chihuahua están siendo tramitados sin la adecuada evaluación técnica ni los requisitos legales, como los estudios de impacto ambiental. Se señala una estrecha relación entre este proceso y el exsubdirector Alfredo Chitika, quien ahora parece tener un rol preponderante en la toma de decisiones anteriormente bajo la responsabilidad de Claudia Jurado. En coordinación con Eli Vázquez, subdirector de Conagua en la entidad, se sospecha que se están otorgando estos permisos sin el escrutinio necesario, incluso con el supuesto aval de la subdirectora general de Administración del Agua, la doctora Norma Espíndola.
Una vez más, la Comisión Nacional del Agua se encuentra bajo los reflectores debido a acusaciones de irregularidades. Desde hace años, ha sido objeto de críticas hacia algunos de sus responsables, como el ingeniero Eli Vázquez, quien previamente ha sido señalado por cobrar para «agilizar» los permisos a usuarios de módulos de riego, así como por su presunta participación en la compraventa de títulos para la explotación de pozos. Estas acciones levantan alarmas sobre la transparencia y la integridad en el manejo de los recursos hídricos en el estado y plantean interrogantes sobre la idoneidad de ciertos procesos administrativos en la Conagua.
Hoy, Chihuahua se prepara para recibir a Graciela Márquez, presidenta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en un momento peculiar. El INEGI ha colocado a Chihuahua en la cima de la lista nacional de corrupción, lo que genera interrogantes sobre la verdadera naturaleza de los datos que presenta este instituto. Para muchos, es difícil creer en casualidades políticas, especialmente cuando un estado gobernado por el PAN de repente se ve envuelto en un escándalo de corrupción, mientras un exgobernador Morenista, ahora disfrazado de panista, minimiza la lucha contra la corrupción. La visita de Márquez para liderar un evento relacionado con los Censos Económicos 2024 no pasa desapercibida, y los periodistas ya se preparan para cuestionar los fundamentos detrás de las estadísticas y exigir aclaraciones sobre la situación de corrupción en Chihuahua, recordando que los norteños no tienen paciencia para sutilezas.