En medio de una tensa situación, cinco amparos podrían desencadenar la suspensión del proceso de elección de siete magistraturas del Poder Judicial estatal. Aunque el diputado Cuauhtémoc Estrada, coordinador de los diputados de Morena, resalta que el actual esquema es contrario incluso a las propuestas del propio Poder Judicial, el coordinador del PAN, Alfredo Chávez, argumenta que Morena carece de la moral para criticar procesos «amañados» después de la polémica terna enviada por el Presidente a la Suprema Corte. A pesar de las inconformidades presentadas, el juzgado aún no ha notificado al Poder Legislativo, y tres amparos ya han logrado la suspensión de la votación en el pleno, con una audiencia programada para el día 30 que determinará si continúa la suspensión provisional o se opta por la suspensión definitiva.
Mientras Estrada Sotelo subraya el riesgo de que un solo amparo detenga el proceso, la Suprema Corte aún no ha emitido un pronunciamiento sobre la acción de inconstitucionalidad presentada por Morena. Este entorno tenso evidencia un desencuentro entre el proceso actual y las aspiraciones de transparencia y exámenes de oposición propuestos por el propio Poder Judicial.
En una extraña y preocupante vuelta de tuerca, los malhechores parecen estar desafiando abiertamente a las autoridades, eclipsando la capacidad del orden establecido. Ahora, se atreven incluso a amenazar directamente a las fuerzas policiales, sugiriendo que impondrán su propio orden, cuestionando la eficacia de las instituciones. Aunque podría interpretarse como un intento de intimidación a través de un farol, circuló ampliamente una imagen con un presunto mensaje del Cártel de Sinaloa, proclamando la instauración de una «limpia» en las ciudades de Chihuahua y Cuauhtémoc. Este mensaje, aunque pueda parecer un bluff, adquiere relevancia en el contexto de recientes asesinatos en la capital y un ataque contra policías estatales en Cuauhtémoc, especialmente en Rubio, lo que ha llevado a las autoridades a investigar la autenticidad y seriedad de la amenaza.
En el peculiar juego de las precandidaturas, el aspirante a la alcaldía y exfuncionario panista, Miguel La Torre, realizó su evento de presentación de registro sin convocatoria formal. La noticia se filtró entre los círculos políticos, con escasa presencia mediática debido a la falta de comunicados oficiales. Resulta llamativo que ni los representantes de Morena Estatal ni los de Comunicación Social del Congreso, ni siquiera los allegados al grupo de Claudia, se tomaron la molestia de difundir la noticia del primer precandidato. Este desinterés interno plantea preguntas sobre la cohesión del partido, ya que, si los propios aspirantes carecen de apoyo y visibilidad, ¿cómo esperan conquistar votos en las urnas? La autoerosión parece estar afectando a Morena antes de que comience la contienda electoral, un síntoma preocupante para el partido.