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El llamado de Salvador Carrejo Orozco, presidente de Coparmex, es directo: urge atender de manera puntual los brotes de violencia que, como en Guadalupe y Calvo, han hecho evidente que las autoridades están completamente rebasadas por los grupos delictivos. Aunque el discurso suene bien intencionado, la realidad es otra: las fuerzas de seguridad apenas alcanzan para atrapar a rateros y adictos, mientras los grandes criminales operan sin restricción. Pedir coordinación entre los tres niveles de gobierno suena fácil, pero lograrlo es otro cantar, especialmente cuando ni la voluntad ni la estrategia parecen estar en la agenda de los responsables.
Lo que sí queda claro es que la impunidad sigue siendo el mayor aliado del crimen organizado. Sin castigos ejemplares ni resultados concretos, los delincuentes tienen el camino libre para actuar, mientras la población permanece en la incertidumbre. El ataque reciente a un sacerdote y una presidenta seccional en Guadalupe y Calvo es un ejemplo brutal de cómo la violencia no solo persiste, sino que se diversifica. Más de 100 organizaciones han pedido una estrategia efectiva, pero lo cierto es que las promesas de acción suenan huecas cuando los hechos pintan un panorama donde las autoridades solo pueden aspirar a contener lo inmediato, dejando que los problemas de fondo sigan creciendo.
¡Por fin! Vaya que ahora si se puso las pilas Christian Medellín, director de Mantenimiento Urbano del Municipio, luego de múltiples quejas y evidencia de fallas garrafales en el alumbrado público.
Resulta que el sustituto del nunca buen ponderado Fernando Coarasa, ya puso a trabajar a su gente para diagnóstica e intervenir adecuadamente en las zonas de penumbra y más que nada, de inseguridad, que vaya y son muchas en la ciudad.
Tras dar a conocer qué colonias en el oriente y sur andan con todo menos iluminación, la encomienda es reducir la oscuridad e invertirles lo necesario.
Ojalá así sea, ya que no solo hay más de 300 millones de pesos autorizados para el alumbrado y que la experiencia de Medellín en la iniciativa privada de resultados rápidos, porque eso es lo que requiere la gente, no la eterna “burrocracia” a la que se enfrentan día con día. Ya veremos si la estrategia empresarial funciona, porque de algo se sabe que en una compañía no se andan con rodeos, si alguien a “cajetea”, se va, no como en la función pública, que les dan más oportunidades a quien no merece.
Y hablando de oportunidades a quien ha demostrado todo menos ser útil en algo, ya habló el senador de Morena, Juan Carlos Loera, a mostrarse bien nazareno con la situación de los migrantes y aplaudirle todo lo que dice a la presidenta, Claudia Sheinbaum, en su apoyo total a los migrantes ante las amenazas de Donald Trump.
El sujete anda voladito solamente haciendo fanfarria con sombrero ajeno. Ah, pero ¿Que tal de apoyo a la gente del campo? Eso ni lo toca, más que anduvo prometiendo a diestra y siniestra que gestionará y podrán tener todo el bienestar desde el Gobierno Federal, algo que parece no va a pasar y menos teniendo a representantes como este personaje.
La pregunta es ¿Este qué cualidades tiene para ser senador? Ni en Chihuahua lo quieren, no sabe hablar o expresarse sin escupir (literalmente) pura palabrería.
No cabe duda que aunque haya derrotas vergonzosas, acusaciones de todo tipo, falta de carácter y total carencia de habilidades, en la polaca se puede esperar de todo y darle la oportunidad a inútiles. Ahí está la prueba en el lamentable Senado de la República.
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