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El diputado priista Arturo Medina alzó la voz ante el ataque contra un sacerdote y la presidenta seccional en Dolores, Guadalupe y Calvo. Condenó el hecho y, como eco de un reclamo repetido hasta el cansancio, pidió que la Federación intervenga en la zona, aunque sabemos bien que esta solicitud es como arrojar una piedra al vacío. Por más gritos que lance el legislador, la realidad es que el Gobierno Federal lleva más de seis años haciendo oídos sordos. Y mientras tanto, Medina olvida resaltar lo que el gobierno estatal debería estar haciendo para garantizar la seguridad. La inseguridad en esta región no es nueva, pero la falta de resultados y el vacío de acciones son más evidentes que nunca.

Curiosamente, en los pasillos políticos muchos ya murmuran sobre la necesidad de que César Jáuregui regrese como fiscal, un suspiro de esperanza para quienes ven en su liderazgo una solución ante el abandono en que la delincuencia ha sumido a la región. Medina, aunque enérgico, parece quedarse en el terreno de las palabras sin abordar la omisión de estrategias locales. ¿Coordinarse con la Federación? Suena ideal, pero en la práctica, es solo un estribillo desgastado.


Tras la toma de posesión de Trump y las declaraciones muy alarmantes, todos los actores políticos aprovecharon para dejar de ser “masiosare” y vestirse según ellos de patriotas y defender a México, como si fueran superhéroes al enfrentar a un extraño enemigo.

Nomas que también hay quienes no dejan de criticar al Gobierno Federal e incapacidad para hacer frente a la política global, como fue el senador del PAN, Mario Vázquez, que despotricó en contra de las políticas públicas migratorias del actual gobierno y técnicamente responsabilizar a Sheinbaum de las decisiones que tome el gobierno estadounidense.

De los actores morenistas, se limitaron a seguir lo que a mandataría Nacional disponga como buenos borregos, pero sin propuestas de acción ante los próximos problemas que llegará a territorio nacional, principalmente al estado de Chihuahua.


En la política podrá haber de todo pero la realidad es que nadie es “perita en dulce” y tooooodos tienen cola que les pisen; lo curioso es que a pesar de eso, ahora está de moda que los funcionarios se hagan la víctima, como si fueran tan vulnerables como cualquier mortal que no tiene los cuantiosos sueldos, gente a su cargo para cuidarlos, les lleve a los chamacos a la school, los visitan, les hagan la botana y hasta dieta para sus gastitos.

El circo mediático de los dimes y diretes ha estado a la orden del día entre los actores polacos, desde la vieja confiable de violencia política por razón de género y contra las mujeres y más adjetivos que lleven, hasta ridiculizarse a sí mismos con decir qué hay boicot con supuestos montajes; total, que parecen que quieren ser de la realeza y que nadie les diga nada.

Desde el año pasado, la tendencia empezó en el Congreso con Irlanda Márquez que acusó a su colega diputado, Carlos Olson, por supuesta violencia política; luego este, no se aguantó y ya hasta la denuncia por mentiras y difamarlo; ósea, no se fajó los pantalones.

No bastando con eso, la ahora controversial, Brenda Ríos, se aferra a que Marcó Bonilla la violenta con declaraciones; los del Municipio, en lugar de ignorar, pusieron a Mariana de Lachica a responderle y hacer cometarios ahora si, más agresivos; pero a ella ni la ha tocado la congresista del Verde…perdón, morenista. Ya sabemos que si tirada es ser candidata a la Alcaldía de Chihuahua, pero como faltan todavía varios años, ya hartó a muchos y como dicen: “¡Ya chole!”.

Lo más nuevo y ni tan nuevo, son so comentarios que hizo Miguel Riggs a la sindica, Oly Franco, que ya puso hasta tres denuncias por violencia política de género y etc; el otro, también se hace víctima porque es el único que dice ser oposición real y le hicieron montajes.

Total, todos la lloran, pero nadie se pone a chambear, que para eso les pagan los ciudadanos, quienes no tienen tiempo para hacer denuncias cuando alguien les insulta, o se sienten ofendidos, o hasta los humillan, porque deben salir todos los días a trabajar como verdaderos héroes para sus familias, en lugar de “chillar” y hacer de todo un circo.

Ojalá, los políticos se dejen de palabrería y espectáculo barato, para ponerse a trabajar h resolver los problemas que existen…vaya que son muchos.

 

 

LEER: STILO LIBRE: 14 DE JULIO 2023

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