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¿Pos no que no quieren chapulines en Morena? Curiosamente trascendió que Sebastián Torres, ex regidor de Chihuahua y actual líder del Frente de la 4T y simpatizante de Cruz Pérez Cuellar, ya anda pensando en su equipo para que la candidatura a la Gubernatura del Estado sea para el alcalde de Juárez y parece que quiere a ex priistas colaborando con él.
Lo curioso es que ha estado en pláticas con Alejandro de la Rosa, quien fuese director del Instituto Municipal del Deporte de Chihuahua en la primera parte de la gestión de Javier Garfio, cuando era tiempos de dominio absoluto del PRI.
Lastimosamente, De la Rosa no salió bien para donde ahí, ya que se le criticó mucho el celebrar partidos y el Teporaca con cerveza y repartida al público, algo que no le gustó al ex síndico en ese entonces, Héctor Barraza, que se le fue a la yugular y terminaron por despedirlo.
Desde entonces y con la caída priista, se dedicó a su despacho y nada de la polaca.
Pos dicen lo que saben, que Torres Aguayo está muy interesado en que forme parte de su equipo y ofreciéndole las perlas de la Virgen; hasta hora, también dicen que Alejandro solo ha agradecido el interés pero que de la política, al menos por ahora, no quiere saber nada.
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Hablando de Morena, la que le anda tirando dardazos en la cara a Juan Carlos Loera, es la diputada, Brenda Ríos, quien no perdió oportunidad para estar muy cerca de la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en su visita al estado y posteo varías fotos con ella en sus redes sociales.
Lo raro es que el senador, apenas pudo medio acercarse a la mandataria nacional y por detrás de las vallas de seguridad. Pues si medio lo peló pero ningún acercamiento como el de la rubia.
Hace varias semanas que hubo dimes y diretes entre el del ex candidato al Gobierno del Estado y la legisladora local, cosa que no ha ido muy bien para el del Senado porque Ríos Prieto sacó las garras de dragón y se le fue con todo en cuanto a la larga cola que tiene el señorito, que no le quedó más remedio que quedarse calladito.
Brenda, en cambio se ha tomado el papel de Morena muy enserio que hasta hace parecer que siempre fue militante y con indirectas a Loera bien dadas.
No cabe duda que si de influencias hablamos, le saca mucha ventaja y el otro deberá quedarse en la congeladora si no es que quiere volver a sufrir descalabros.
La denuncia por violencia política de género interpuesta por Maura del Carmen González Barrios —excoordinadora en Recaudación de Rentas y aspirante a jueza familiar— terminó por sacudir los escritorios del Instituto Estatal Electoral, aunque ahí prefirieron verla como un simple “pleito laboral”. Fue el Tribunal Estatal Electoral quien tuvo que jalarles las orejas para recordarles que no se puede archivar una queja sin agotar el debido proceso, menos si el señalado, Raúl García Ruíz, ni siquiera se dignó a responder los señalamientos. Según la exfuncionaria, su contrato no se renovó justo después de postularse como candidata, mientras que a un colega varón, también aspirante y cercano al recaudador, se le mantuvo intacto el contrato. La justicia, al parecer, sigue teniendo género.
Por si fuera poco, González Barrios también denunció ante la Secretaría de la Función Pública por hostigamiento laboral, asegurando que el funcionario intentó reubicarla solo por participar en el proceso electoral extraordinario. A esto se suma que la Recaudación habría operado a favor de otro candidato a juez, lo que deja en evidencia una presunta red de favoritismos. La demandante exige desde una disculpa pública hasta la inhabilitación temporal del recaudador, además de un peritaje psicológico por los daños sufridos. El caso pone sobre la mesa una pregunta que incomoda.
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