La humanidad no está en las prioridades del presidente Andrés Manuel López Obrador. Su gobierno —dice— tiene otras prioridades. Y no son las que pedimos los ciudadanos que pagamos impuestos y que trabajamos todos los días, ciudadanos como aquellos que salen temprano a una maquila, como quien acude a una oficina; trabajadores en general, mexicanos con ganas de superación.
Ellos no están en la lista de intereses de López Obrador. A él le interesan los que reciben ayuda, para que así acudan y voten por su partido. Entre más «fregados» mejor para él.
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Pero quedó descubierto en la lista de los GuacamayaLeaks, con lo poco que a salido, donde clasifican a los grupos violentos y donde nos llevamos una decepción increíble. Y sí, también difícil de creer cómo el gobierno hace sus clasificaciones. Jamas pensé que alguien cuyo aparente objetivo es salvar la vida de las personas, quienes están en un momento crítico, de vida o muerte, lo denominaran una agrupación peligrosa.
En el documento se puede observar una plantilla de excel, en donde se da una clasificación del 1 al 10 a los grupos que están listos o bien observados para acudir a algún evento a realizar manifestaciones y que afectan el desarrollo del mismo. Esto se contempla con un criterio de afectar el desarrollo de un evento de protocolo y que afecte la imagen del Patrón de Palacio.
En esta lista hay nombres de grupos que en México ya son conocidos y que causan pánico en algunas regiones, nombres de carteles y también nombres de grupos terroristas mundiales como Al Qaeda
o Hezbolla. Y no es para menos, pero en la lista están también carteles, algunos compas del presidente y otros no tan amigables. Se menciona al cartel Tepito, al CJNG y caballeros templarios, por mencionar algunos.
En el tema de agrupaciones que le preocupan al presidente, porque no creo que esta sea prioridad del ejercito, figura el detener a un grupo de manifestantes que buscan salvar la vida de sus hijos. Sí, se incluye a los padres de familia de niños con cáncer y colectivos de feministas.
¿En dónde queda el criterio?, ¿quién dio la orden de que se enlistaran a estas personas?, ¿que inútil y desalmado le teme a los padres que buscan medicinas pata sus hijos?, ¿qué idiota los clasifica como criminales y terroristas, como agrupación de peligro para el país? Sin duda, sólo un mediocre y resentido. No hay más.
Nuestro país corre peligro al estar en manos de un intenso estudiante de la UNAM que se encariño tanto del plantel y de los libros, que duró 14 años para terminar la escuela, de quien duró 18 años en campaña, empecinado de llegar a ser, y de quien ahora tiene con una incapacidad a simple vista, con un carente conocimiento general de la problemática que vive México, a pesar del tanto tiempo que estuvo buscando el puesto que ahora tiene. Y sin contar que cada día expresa las excusas ante su incapacidad laboral.
Y, por cierto, no quitemos el dedo del renglón: en la lista no aparece el Cartel de Sinaloa.
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