El lema de la campaña presidencial oficialista no es “Arriba y Adelante”, ni “La Solución Somos Todos”, sino “¡Qué siga la corrupción!”
Sin claudicar. Denodadamente. Sin escatimar esfuerzos. Los grandes actos de corrupción en los que están involucrados los hijos, hermanos, primos, sobrinos y miembros del primer círculo que rodea a López Obrador continuarían en el siguiente sexenio, en caso de que la señora Claudia Sheinbaum sea electa presidente de la República.
¿Es ese el compromiso que la candidata tiene con AMLO?
¿Hay un pacto de complicidad entre ambos desde que se construyó el segundo piso del Periférico de CDMX?
¿Fue por eso por lo que la “destapó” a ella como “corcholata” favorita?
Mantengo serias dudas sobre si el faux pas o paso en falso de la doctora en Física durante el discurso con el que abrió los trabajos formales de su ya muy prolongada campaña ¿fue en realidad un lapsus?
¿La traición del subconsciente, acaso?
¿El “en sus marcas, listos, ¡fuera!” que esperaban sus apoyadores para seguir aportando recursos para la campaña a cambio de favores, contratos, concesiones que ya se prometieron desde ahora?
¿Cómo luchar contra la corrupción gubernamental – familiar – empresarial que en este periodo de la mentada 4T ha alcanzado niveles muy superiores a aquellos de Miguel Alemán, Carlos Salinas y Enrique Peña que teníamos identificados como los más podridos?
Solo con medidas extremas.
¿Y cuáles serían las recomendables?
Pues, para empezar, iniciar procesos penales en contra del protegido Ignacio Ovalle, cuyos nuevos desfalcos a Segalmex siguen apareciendo mes tras mes, pero también a los tres hijos mayores de López Obrador, José Ramón, Andrés Manuel (a) Andy, y Gonzalo (s) Bobby por su escandaloso despliegue de tráfico de influencias que ha vuelto archimillonarios a sus amigos más cercanos, mismos que muy posiblemente estén jugando el sucio papel de “prestanombres” de la familia López Beltrán.
“¡Que siga la corrupc…!” no fue un lapsus de la “corcholata” ahora sí ya en campaña política formal.
Fue deslinde de la actual corrupción…
… para empezar a formar la propia.
* * *
Y ahora, ¡del autor de la universalmente aclamada teoría historiográfica de que “México se fundó hace más de 10 mil años (cuando) todavía pastaban los búfalos en lo que hoy es Nueva York, y ya en México había universidades, y había imprentas”!, clases de Historia a través de las biografías de sus héroes favoritos.
Sí, gran noticia. Debido a la veda electoral que le prohíbe hacer casi todo lo que a diario hace en las mañaneras, AMLO va a llenar el espacio con charlas sobre Hidalgo, Morelos, Juárez, Villa, Zapata, Madero y Lázaro Cárdenas.
Con 90 días por delante tiene tiempo de sobra para remontarse hasta la edad de piedra y hablar sobre Trucutrú, quien de acuerdo a su teoría debió ser un académico universitario ¡hace 100 siglos!
* * *
En el edificio del CEN del PRI habrá hoy más velitas en el pastel de cumpleaños que militantes tratando de apagarlas.
Ya quedan muy pocos en el partido tricolor.
En su nonagenaria de vida se ha ido desangrando de a poquito, pero nunca como con la caudalosa hemorragia de los últimos cinco años.
Prácticamente desde que AMLO lo vació, como también desinfló al PRD.
Pero que no se preocupen los pocos priístas y aún más escasos perredistas.
López Obrador también va a desangrar a Morena.
Tiempo al tiempo…