A un año de la tragedia en la que fallecieron 40 migrantes en la estación migratoria del puente Lerdo, el representante de la Gobernadora, Oscar Ibañez Hernández, enfatizó que la política migratoria federal sigue sin cambiar, y la atención a las personas en movilidad continúa siendo insuficiente. Señaló que persisten condiciones de riesgo, especialmente en el borde del río Bravo, y la búsqueda de justicia aún está pendiente.
Ibañez Hernández describió el incidente como una tragedia inenarrable y lamentó que las condiciones generadas por una política migratoria inadecuada persistan. Expresó su preocupación por la falta de cambios en la política de atención a los migrantes y sus consecuencias negativas, tanto para las comunidades locales como para las relaciones comerciales con Estados Unidos. Recordó las advertencias previas del estado sobre el descontrol del fenómeno migratorio y subrayó que las circunstancias actuales, como los campamentos precarios en las orillas del río Bravo, son un peligro latente que puede desencadenar nuevas tragedias.