Parece que no hay vuelta atrás para el país. Su cercanía con Estados Unidos, la infraestructura industrial que ha desarrollado en los últimos años y el Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) lo colocan como el destino natural para aprovechar el traslado de las cadenas productivas de Asia a América, fenómeno conocido como nearshoring.
“Tenemos una ventana de oportunidad histórica y única para México, ya que todo el mundo voltea a ver cómo se conecta con Estados Unidos, por el dinamismo que tiene [el vecino del norte]. Nosotros vamos a tener algunos años de oportunidad para poder reaccionar [ante las oportunidades comerciales]”, dice Sergio Argüelles González, presidente de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP).
Este empresario, quien también es el actual presidente y director general de Finsa, ve una oportunidad de desarrollo para la economía local, si el país logra atraer las inversiones en las cadenas productivas, las cuales ya comienzan a volverse tangibles en las zonas industriales del país.
La AMPIP proyecta la apertura de 25 parques industriales durante los próximos 12 meses, que representan 6 millones de metros cuadrados de construcción, donde se generarán 107,000 nuevos empleos. La inversión total que se prevé en esta infraestructura va por el orden de los 2,500 millones de dólares (mdd).
El sector automotriz seguirá teniendo la batuta en el desarrollo económico de los parques industriales. Tan sólo en 2021, el 50% de las actividades en estos espacios industriales correspondía a este segmento, especialmente en autopartes.
Asimismo, los componentes enfocados al armado de productos de línea blanca han tenido un despegue en el desarrollo del negocio actual, con una representación cercana de 12%; y plásticos, 5%, por mencionar algunos, de acuerdo con cálculos de la AMPIP.
“El nearshoring se ha desarrollado en áreas muy establecidas, como es el caso de Monterrey, el sector del Bajío, el corredor de Tijuana y Mexicali, que ha sido importantísimo, y la frontera, con Juárez […]. Guadalajara, desde luego, también ha tenido su actividad, pero lo principal ha sucedido en el norte [del país]”, comenta.
Grupo Bursátil Mexicano (GBM) estima que, si México sustituye el 5% de las exportaciones de Estados Unidos en 10 categorías relevantes a China, las exportaciones mexicanas podrían crecer 22,900 mdd adicionales por año, equivalente al 1.77% del Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, los retos acechan a toda la industria y residen, por ejemplo, en la disponibilidad de fuentes de energía para la demanda proyectada en los próximos años, en el incremento de inversiones en infraestructura pública, como carreteras, así como en el lanzamiento de mensajes positivos para los inversionistas frente a temas de seguridad jurídica en el país.
“Aún hay trabajo por hacer en el tema de carreteras, energía eléctrica y agua, sin dejar de lado el asunto de la sostenibilidad, utilizando energías verdes o renovables y de ser muy cuidadosos con el ambiente […]. Aún hay un camino por recorrer y puede dar un plus para dar más valor y tener un mercado más atractivo en México”, explica Víctor Galván, Senior Manager en KPMG México Advanced Manufacturing.
Y es que las oportunidades de desarrollo que trae el nearshoring son de mediano y largo plazo, por lo que se descarta que sea un fenómeno pasajero. Los problemas geopolíticos, como el conflicto entre Rusia y Ucrania, y la reactivación económica, son parte de los factores que impulsan la llegada de cadenas productivas a México.
Hoy, las empresas basan sus decisiones de inversión en las órdenes de compra de sus clientes, que están en Norteamérica, más allá de los análisis macroeconómicos, explica Galván.
Sergio Argüelles González ha atestiguado como el sector industrial invirtió y se preparó, durante los últimos años, para aprovechar el desarrollo del comercio entre México y Estados Unidos. Sin embargo, no imaginó que la pandemia de Covid-19 fuera a acelerar los planes.
La AMPIP se encuentra conformada por 92 asociados, los cuales representan a más de 400 parques ubicados en 27 entidades de la República Mexicana, con 3,700 inquilinos laborando en dichas instalaciones, quienes desarrollan sus trabajos en distintos sectores productivos.
Un 58% de los parques industriales se concentra en el norte del país, mientras que el 36% de los inquilinos procede de México; un 33%, de Estados Unidos; el 20%, de Europa; mientras que el 11% restante proviene de Asia, un porcentaje que ha comenzado a repuntar.
Durante la pandemia, el sector de los parques industriales demostró ser resiliente. Y, por su parte, la industria automotriz impulsó el crecimiento de este mercado y dio ímpetu a las cadenas productivas.
El 2021 es el mejor año que han tenido los asociados a la AMPIP y este 2022 es prometedor para las empresas, pero el fantasma de la incertidumbre económica se encuentra aún presente, lo que podría ocasionar que los resultados no fueran tan atractivos como en el tiempo previo.
Los apoyos económicos de Estados Unidos impulsaron la demanda de productos. La guerra comercial entre la Unión Americana y China hizo otro tanto. Esto, sumado a la demanda de microcomponentes, fue lo que profundizó el camino al nearshoring.
“Hemos tenido vientos muy a favor, que nos hubieran permitido estar en mejores condiciones, si los mensajes en el extranjero hubieran sido un poquito más positivos; pero, a pesar de todo, seguimos muy activos […] y atendiendo a un buen número de empresas asiáticas que están invirtiendo en México”, dice Argüelles González.