El reconocimiento del matrimonio igualitario en México parece ya no ser un tema que cause interés nacional. De las 32 entidades del país solamente faltan 5 por avanzar en esto. Desde la llegada de Morena al poder en 2018, tanto en el ámbito federal como en gubernaturas y Congresos locales, se ha acelerado el reconocimiento legislativo de los temas de la diversidad sexual: matrimonio, identidad de género, terapias de conversión e infancias trans. Sin embargo, algunos Congresos locales con mayorías del PRI y PAN siguen deteniendo el avance, como acaba de ocurrir en Durango.

El Congreso de Durango ya ha discutido 3 iniciativas de matrimonio igualitario. La primera fue en 2015 y era de Israel Soto, un legislador del PRD. Ese año solo el DF (2009) y Coahuila (2014) reconocían matrimonio igualitario. Los legisladores perredistas pensaron entonces que podría ocurrir lo mismo que en Coahuila, que un sector progre del PRI apoyaría la medida y que Durango sería la tercera entidad del país en reconocer el matrimonio igualitario. No ocurrió así. PRI y PAN congelaron la iniciativa. En 2016 la diputada perredista y feminista Mar Grecia presentó la segunda iniciativa, pero solo tuvo 4 votos a favor, según recuerda el activista Ezequiel García Torres.

A lo largo del 2016 el activismo LGBT sí consiguió el apoyo de las mayorías locales del PRI y PRD y sumaron 4 estados a la lista de los que reconocieron el matrimonio. Campeche, Colima, Michoacán y Morelos se unieron a CDMX y Coahuila y ese mismo año el presidente Peña Nieto sacudió las aguas al proponer una iniciativa federal que solo despertó las movilizaciones masivas de la iglesia católica con el «Frente Nacional por la Familia». El PRI no apoyó a Peña.

En todo ese tiempo Durango no avanzó un ápice. El movimiento LGBT duranguense siguió organizando marchas, cabildeando con legisladores y denunciando la intromisión de la iglesia en la política. En 2019, el diputado David Ramos, del PRD, presentó una tercera iniciativa para reconocer el matrimonio igualitario, pero tampoco ha sido aprobada. Esta es la iniciativa que el Congreso de Durango discutió el viernes pasado, casi a la medianoche, y que legisladores volvieron a congelar. Sin embargo, ahora existe un mandato de la Corte que obliga al Poder Legislativo duranguense a reconocer el matrimonio igualitario y tendrán que hacerlo en un máximo de tres sesiones ordinarias, esto es, para mediados de septiembre el tema tiene que quedar resuelto.

 

Las diputadas de Morena Marisol Carrillo y Sandra Amaya son hoy las dos aliadas que los activistas tienen en el Legislativo duranguense y quienes están dando la voz al movimiento que ya se muestra desgastado por tantos años de parálisis legislativa en este tema. Durango es ya de las pocas entidades que en 2022 no han aprobado una sola ley para reconocer los derechos de las personas de la diversidad sexual. La entidad ya tuvo una alternancia del PRI al PAN en 2016 y en septiembre Esteban Villegas le regresará la gubernatura al PRI y tendrá un Congreso local con mayoría PRI-PAN-PRD, la misma alianza por la que Villegas compitió contra Morena en junio pasado.

Si de 2009 a 2017 fueron el PRD y el PRI los partidos que impulsaron el matrimonio igualitario, a partir de 2018 son las mayorías de Morena, en alianza principalmente con el PRD, las que han aprobado el matrimonio igualitario en 14 entidades y en solo 3 años y medio. Hoy solamente faltan Tamaulipas, Tabasco, Guerrero, Estado de México y Durango por legislar.

En Durango han sido legisladores del PAN y del PRI junto a grupos «pro familia» y la iglesia católica los que han detenido el reconocimiento, pero será septiembre el mes en el que activistas celebrarán que por lo menos 13 de 25 legisladores hayan votado finalmente a favor y dado el primer paso para reconocer derechos. En el mosaico nacional ya solo quedarán 4 estados en esta lucha que ha sido estado por estado. El mosaico se completará muy pronto.

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