PAUSA.MX

Iba a suceder. Y más temprano que tarde militares y sus familias salieron a las calles a protestar.

Consideran que, para no variar, Andrés Manuel López Obrador les ha fallado como Presidente de la República, pero sobre todo como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.

AMLO los ha usado para todo. Incluso ha abusado.

Y, dicen los manifestantes –rebeldes con causa que ayer llegaron al Zócalo a presentar sus demandas ante un Palacio Nacional cerrado, sordo, mudo– que a cambio ni siquiera les respetan sus derechos humanos.

No hay quien experimente en cabeza ajena, pero en la de López Obrador debería empezar a rondar el fantasma de Evo Morales, cuando pidió a su ejército reprimir a mansalva a los bolivianos, y los entorchados voltearon las armas contra su figura, exigiéndole que tuviese que renunciar y abandonar Bolivia, que el verdadero peligro era él.

Le sucedió igual a Pedro Castillo, en el Perú. Su fallido autogolpe de Estado no contó con el apoyo militar. Antes, todo lo contrario. Los dirigentes castrenses se ajustaron al orden constitucional.

En México las tropas y los mandos medios no están conformes.

Y es que sí, son demasiados los compromisos y los trastupijes de dinero que la Cuarta Transformación ha repartido entre los entorchados de Lomas de Sotelo.

Pero éstos también necesitan del apoyo de la tropa inconforme y hasta la madre para conservar sus rangos y prebendas. A esto hemos llegado: al grado de que lo pierdan.

Es momento de definiciones, y de miedo, de mucho miedo.

 

AMLO intentó curarse en salud

A los mercenarios de la democracia, a los dictadores de huarache, ¿quién les puede seguir obedeciendo?‎

Sólo los esquiroles, los reventadores del lumpen, que aceptan los billetes a cambio de romper, de destrozar cualquier movimiento, aunque sea estrictamente pacífico. El Estado está capturado por la corrupción y el crimen.

Nada será más doloroso que el fin del mandato de López Obrador. Por fortuna cada vez más próximo.

La violencia que hasta ahora ha habido en el país terminará por ahogarnos y las descalificaciones que hace el llamado mandatario cuando se le inquiere no le ayudan a él y menos a nosotros los mal gobernados.

Apenas el viernes, por ejemplo, trató de curarse en salud acusando que la marcha de militares de ayer domingo bien podría estar organizada por delincuentes.

Un insulto más a los manifestantes.

Un insulto más a la inteligencia de los mexicanos.

 

Los capitalistas de Palacio

Y muy seguramente el mimo mayor se dará hoy vuelo.

Arremeterá, otra vez, contra los rebeldes con causa.

Y hará un refrito de adjetivos tales como fifís, fachos, conservadores, derechairos a quienes calificara, parafraseando al prócer, que están moralmente derrotados.

No sabe más.

Es el mismo repertorio ya cansino y agotado de insultos que a veces saben a halagado por provenir de AMLO.

Pero la pregunta vale:

¿Habrá alguien más conservador que los capitalistas hipócritas de Palacio Nacional?

¿Los que hacen negocios con los dineros del presupuesto?

¿Los que rinden malas cuentas?

 

En manos de un sociópata

Todo se le ha volteado al aprendiz de dictador.

La reacción popular al espionaje de los militares a ciudadanos se convierte en una sentencia adelantada, muy merecida, conseguida a riñón. Un acontecimiento inédito, algo que por mucho tiempo marcará la nueva época del país.

Desde el gorilato de Gustavo Díaz Ordaz, ese horrendo y macabro represor, no había prendido en México un movimiento espontáneo y libre contra un presidente en funciones, con todo el poder de fuego en las manos. Eso por sí sólo debe celebrarse.

Recordar a Norberto Bobbio cuando dijo: “el sociópata es un criminal que persigue una carrera política. En el poder, no vacila en torturar, violar, robar pertenencias, libertad y derechos. El fascista practica la maldad”. Nunca mejor dicho.

Estamos a tiempo de evitar los males mayores por venir.

¿No cree usted?

Indicios

En redes sociales se dio cuenta del arribo a Ciudad de México de un grupo de jóvenes militares venezolanos, de cuya presencia en nuestro país la siempre opaca –hasta que se le aparece una guacamaya– Secretaría de la Defensa Nacional no ha informado. ¿Es un intercambio? ¿Vienen a adiestrar en el tema de permanencia infinita en el poder? * * * Y en la carrera por la sucesión presidencial en el Movimiento de AMLO, como en prácticamente todas, “caballo que alcanza, gana”. Es el caso del zacatecano Ricardo Monreal, quien ya está cercano a los 13 puntos de preferencia, a pesar de haber iniciado un año y medio después que los demás aspirantes a quienes en mala hora se denominó “corcholatas”. Y es que hasta hace muy poco Mario Delgado, dirigente de Morena, se dignó a incluirlo. Una vez levantado el veto, Monreal ha avanzado en el ánimo de los ciudadanos, militantes y simpatizantes de Morena, toda vez que habla con mucha claridad sobre lo que México necesita. Monreal va a buen trote… * * * Ahora no fue un republicano. Fue el demócrata Bob Menendez quien ayer dijo que el Presidente Andrés Manuel López Obrador conduce a México en una dirección equivocada en asuntos de seguridad y de democracia, por lo que el gobierno de Estados Unidos debe aumentar su involucramiento con nuestro país. ¿También se lanzará AMLO a insultar ahora a los demócratas, como ya hizo con los republicanos? * * * Y por hoy es todo. Mi agradecimiento para usted por haber leído estas líneas y, como siempre, mis mejores deseos para que tenga siempre ¡buenas gracias y muchos, muchos días!

Por AL PE

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