CHIHUAHUA.- Después de que Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, alias El Neto, fuera abatido por agentes policiales durante una persecución ocurrida en la madrugada del jueves 5 de enero, Los Mexicles, grupo delincuencial al que pertenecía, no ha establecido un nuevo líder, según información de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE).
El titular de la SSPE, Gilberto Loya Chávez, informó que las investigaciones actuales de la autoridad sugieren que, hasta el momento, ningún sicario ha ocupado el puesto de El Neto. No obstante, señaló que existen varios generadores de violencia, ya identificados, que podrían llegar a cumplir con el perfil y relevarlo.
En cuanto al mega arsenal confiscado por la mañana de este lunes 23 de enero en una vivienda de Ciudad Juárez, Loya reiteró que la principal hipótesis le atribuye su posesión a Los Mexicles. Sin embargo, mencionó que siguen en curso las indagatorias para dar con el paradero de los portadores y para conocer si las armas, fabricadas en agosto 2022, provienen de México o fueron importadas de Estados Unidos.
Conforme puntualizara la SSPE mediante un comunicado, los trabajos de inteligencia apuntaban a que en el domicilio donde ocurrió el decomiso se ocultaban seis involucrados con dos eventos ocurridos en el Centro de Reinserción Social (CERESO) número 3: los acontecimientos del denominado «jueves negro» y la revuelta de Año Nuevo, en los que, respectivamente, murieron 11 y 19 personas.
De manera extraoficial se ha referido que ambos acontecimientos fueron ordenados por El Neto a sus compañeros. En el primer caso, se presume, El Neto instruyó que los pistoleros distrajeran a los guardias de seguridad del CERESO para que, con las fuerzas concentradas ahí, pudieran causar destrozos en las calles de Juárez y, así, a él no lo trasladaran a otro reclusorio.
En el segundo, aliados de El Neto habrían irrumpido en el CERESO con el mero objetivo de liberarlo a él y a uno de sus principales colaboradores, César Vega Muñoz, alias El Chilín, quien murió en medio del caos y las confrontaciones entre el resto de prisioneros que intentaban fugarse.