NOTICIAS CHIHUAHUA
La designación del general Ricardo Trevilla al frente de la secretaría de la Defensa Nacional llena completamente las exigencias que deberá afrontar la próxima administración en el ámbito militar y de seguridad.
Hace unos meses hablando del proceso de sucesión en la Defensa decíamos que “el ejército hoy es muy diferente al de hace seis años, en su estructura, en sus responsabilidades, en su exposición y peso público. Seguramente muchas cosas deberán cambiar, pero en las líneas principales (garantizar la seguridad pública, en esta coyuntura sobre todo la seguridad interior, la más vulnerada, y la nacional, así como avanzar en su reestructuración y modernización) debe tener continuidad y debe ser entendido como una parte sustancial de un rediseño global de muchos aspectos de la seguridad y la defensa del país”.
Esa continuidad y ese cambio es lo que garantiza Trevilla. Hay cosas, insistíamos, que se deberán seguramente redefinir, como los salarios, los apoyos en pensiones, el propio equipamiento derivado de las transformaciones y responsabilidades del sector, que deben tener avances y transformaciones acorde a los tiempos y exigencias. Es ridículo, pero mientras todos coinciden en que el mayor riesgo para el país está en la inseguridad, México invierte en seguridad y defensa, como porcentaje del PIB, la menor cantidad de todas las naciones de América, sólo por encima de Guatemala. Países como Colombia, Argentina, Chile, Brasil invierten en seguridad y defensa tres veces más que México. Ese será uno de los grandes desafíos que tendrá que asumir la nueva administración y por ende la Defensa Nacional.
Se debe entender que la única institución que puede trascender el sexenio manteniendo estructuras, programas, formación, proyectos estratégicos en todo el territorio nacional a partir de los movimientos generacionales propios de la misma institución, es la Defensa Nacional.
La designación del general Trevilla garantiza esa continuidad y esa transformación. Probablemente nadie entre quienes aspiraban a encabezar la secretaría conoce mejor el funcionamiento cotidiano, los aciertos y carencias, las partes operativas y estructurales, que Trevilla que fue durante los últimos años el jefe del estado mayor conjunto y la mano derecha del Gral Luis Cresencio Sandoval. Y por ende sabe también qué debe cambiar y cómo comenzar a operar en distintos ámbitos, sobre todo en la coordinación de seguridad, desde el día uno de gobierno.
¿Cómo será la Defensa Nacional con Claudia Sheinbaum? Me imagino que será la misma pero diferente. Tendremos unas Fuerzas Armadas con la misma participación en muchos terrenos pero con mucho menos protagonismo público. Tendremos una operación en seguridad mucho más intensa: el Gral Trevilla fue quien diseñó y encabezó el operativo con el que se detuvo, por ejemplo, a Ovidio Guzmán en Jesús María en enero de 2023. Ha estado en algunas de las zonas más calientes del país como Piedras Negras, en la era de los Zetas, y en Michoacán, cuando allí operaba la Familia Michoacana. La estrategia de seguridad y la coordinación con García Harfuch en la secretaría de seguridad, cambiará radicalmente respecto a la actualidad, y sería deseable que cambie también la relación del ejército con la marina, hoy muy endeble. Va a haber mayor coordinación sobre todo en ámbitos operativos y de inteligencia.
La confirmación de la Guardia Nacional como una brazo de la Defensa Nacional era un objetivo de la institución y del propio Gral Trevilla y si se confirma el cambio, necesario y deseable, se podrá consolidar el avance que esa institución, la principal en el ámbito de la seguridad en el país, para que alcance los objetivos que persigue y, como dicen sus mandos, que logre el más importante: contar con la absoluta confianza cotidiana de la gente.
En seguridad pública la tarea será conjunta, diferenciando claramente la seguridad pública de la interior y la nacional, pero la cara y la responsabilidad cotidiana estará en manos de García Harfuch, no de los mandos militares.
Las Fuerzas Armadas siempre han participado en tareas de construcción de infraestructura, lo que fue diferente este sexenio fue que se las puso al frente de muchas obras sin que existieran áreas civiles responsables de ellas. No me imagino en el futuro a algún mando militar explicando obras y desarrollos de infraestructura. Esa será tarea, por ejemplo, de quien sea responsable, la secretaría de comunicaciones y transportes, en su caso.
Me imagino que al tiempo que se consolida el ejército con todos los cambios estructurales que se han realizado este sexenio y dentro de ello la Guardia Nacional, que fue uno de los grandes objetivos de Trevilla desde el estado mayor conjunto, algunas de las tareas que le han sido adjudicadas a la Defensa se dejarán atrás o se transferirán a áreas civiles. La idea creo que es clara: consolidar lo que se tiene, sacar el peso excesivo que distraiga de las tareas fundamentales, pero siendo siempre el sostén principal de su comandanta en jefe y del Estado mexicano.
Finalmente, y no es menor, hay que destacar que el general Trevilla es un hombre honesto, íntegro, capaz, comprometido con los valores democráticos. A partir de allí se pueden construir muchas cosas. Para la presidenta Sheinbaum será un soporte fundamental.