Vaya de las cosas que se entera uno en estos tiempos de la Cuarta Transformación, en los momentos en que se pretende colocar el segundo piso de esa mentado cambio social, económico y político que inició Andrés Manuel López Obrador, pero que habrá de detentar la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
La reciente aprobación de la Reforma Judicial evidenció que al interior de Morena, también existen sus clases, nada más cierto, nada más real.
Por un lado están los puros, esos que su visión reformadora es totalmente radical, y que desearían haber ejecutado al más puro estilo marxista-leninista regresándonos a la década de los 60’s del siglo XX.
Por su parte, como en todo movimiento social, existen sus grupos moderados y otros más liberales –rayando al extremo de ser facinerosos negociadores de la conveniencia política-, así personajes como el coordinador parlamentario de Morena, Adán Augusto López Hernández han pactado en lo oscurito y en lo público, porque el recato no lo conocen con el mismo diablo.
Enemigos antagónicos en su momento, opositores como los miembros del Clan Yunes de Boca del Río, agobiados por la presión judicial que significan las diversas carpetas de investigación en su contra, los llevaron a pactar con los saltimbanquis de la política nacional.
Personajes que, a sabiendas del presunto daño ejecutado a la 4T, a su líder moral Andrés Manuel López Obrador, no dudaron de sucumbir a las mieles y a los cantos de las sirenas a los que ellos acostumbrados bucaneros, piratas y corsarios conocen y manejan a la perfección.
La más reciente denuncia realizada por la coordinadora parlamentaria del PAN en el Senado, la queretana Guadalupe Murguía Gutiérrez reconoció que el senador Miguel Ángel Yunes Márquez ya no acuerda nada en lo absoluto con el grupo parlamentario que representa. https://x.com/Ventanavermx/status/1838402424345698648
Inclusive, en entrevista telefónica con la periodista Azucena Uresti la legisladora federal reconoció que ahora sesiona, debate y acuerda con la fracción parlamentaria de Morena, con la que inclusive se sienta ya al interior del recinto legislativo.
Vamos, desde el día que se votó la Reforma al Poder Judicial y el fijo su posición dejó en claro cuál era su postura, nada que ver con la visión política de Acción Nacional.
Cuestionada de por qué no se ha declarado abiertamente morenista, y afirma que él sigue siendo panista, la senadora queretana advirtió que lo hace en su afán de mortificar y burlarse de los panistas verdaderos.
Es evidente que la mugrosa jugada realizada por Adán Augusto López Hernández de la mano del coordinador parlamentario en la Cámara de Diputados Federal, Ricardo Monreal Ávila obedece única y exclusivamente a esa medición de fuerzas, a esos mensajes soterrados enviados hasta la propia próxima presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, advirtiéndole que ellos son y serán su contrapeso.
Que es con ellos, y solo con ellos, con quien deberá acordar los destinos y rumbos de la nación –juego peligroso, porque retar de esa manera a la próxima presidenta de México, los coloca en la antesala del destierro político- el mensaje es claro, no te sientas superior a nosotros, porque no lo eres, y aun cuando nos ganaste la nominación presidencial, nosotros controlamos al Legislativo.
La traición de López Hernández y Monreal Ávila se debe sopesar en su valía, en su cuantía y en su capacidad socavadora de poder, pues pretendió zancadillear a la próxima presidenta y sentarla a negociar con el más claro ejemplo de conservadurismo, de ese que tanto renegó el mismísimo presidente Andrés Manuel López Obrador y que tanto combatió.
El voto de los Yunes era, es y fue innecesario para la 4T, solo le construyeron una gran tabla de flotación y con ello, una especie de salvoconducto para continuar haciendo de la política un medio para sus negocios al amparo del poder.
Sextante.
Un enérgico llamado de atención ha surgido de la sociedad civil xalapeña, misma que se dice presa de la desfachatez, la cara dura, la desvergüenza y por su puesto de los intentos de extorsión, de pseudos funcionarios del Ayuntamiento Municipal de Xalapa, en el área de Regulación Sanitaria que dirige la señora Flor Dorantes Domínguez, a quien señalan de encabezar una cruzada para pretender sancionar y recaudar recursos –sin evidencia de su destino final- con base en presuntos señalamientos de maltrato animal, y manejo de excretas.
En verdad que urge que el alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuil intervenga y sancione a esta funcionaria a la que en otros momentos se le ha solicitado su apoyo para el retiro de perros y gatos ferales en vía pública y en las que, basada en la tramitología y el marco legal deforme existente, jamás pudo apoyar habitantes de la Unidad Habitacional Villas Arco Sur y otras colonias para el retiro de perros callejeros.
Llegando al punto de casi exigir que se les preguntará a los perros si autorizaban su retiro de la vía pública.
Pero qué tal, cuando se trata de molestar a personas de la tercera edad que se hacen acompañar de un par de perritos de compañía, a los que resguarda y mantienen bien protegidos al interior de su hogar, ahí le salieron con el cuento de que por no poder explicar qué hace con las heces de los perros al interior de su domicilio se está en un presunto caso de afectación a terceros, mismo que no pudieron comprobar.
Este es tan solo la punta del iceberg que habrá por convertirse en un escándalo por las formas y manejos del área de salud animal, ojo alcalde, esta gente no más no lo ayuda en nada.
Al tiempo.