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JIRONES DE NUESTRA HISTORIA
Por: José Luis Jaramillo Vela
El autor, ¿quién compuso esta hermosa obra?
Esta inspirada y bella marcha militar, fue compuesta por Genaro Codina Fernández, quien nació el 10 de septiembre de 1852 en Zacatecas, Zacatecas, o “Zacatecas Capital”, como dicen los de allá; Genaro era hijo de Santiago Codina y María Dolores Fernández, ellos, pertenecientes a la clase media zacatecana; Genaro fue hijo único, así es de que sus padres enfocaron sus esfuerzos en la educación de su hijo. Su padre, Don Santiago Codina se dedicaba a la pirotecnia y la cohetería, eran los mejores y más reconocidos pirotecnistas de la región del centro de México.
Los Codina se encargaban de fabricar la pirotecnia, cohetería y fuegos artificiales de todas las festividades religiosas, políticas, civiles, sociales y por supuesto en las fiestas patrias y ferias de la región del centro del país; Don Santiago Codina se aseguraba de la máxima calidad y seguridad, empacaba muy bien sus productos para su manejo y transportación y a la hora del festejo, era muy raro que algún petardo no estallara o se salierade control. También los Codina llenaban con su pirotecnia todas las ferias del centro y occidente del país, con la alegría y el impacto visual de su pirotecnia, ellos contribuyeron en gran medida a darle realce y empuje a las ferias de Aguascalientes, de Zacatecas, de León y de San Luis Potosí, que hoy son las principales Ferias Nacionales de México, así, en ese orden.
Y así, dentro del oficio de la pirotecnia creció y se desarrolló Genaro Codina, quien desde muy niño aprendió el oficio que le enseñó su padre, oficio del que se sentía orgulloso, al grado de que aún habiendo obtenido su título de Contador Público, de haber aprendido música y a tocar diez instrumentos musicales, todo esto de manera completamente autodidacta, puesto que Genaro no tenía preparación musical académica, Genaro siempre decía con mucha sencillez que, “antes de títulos y reconocimientos, yo soy un cohetero”.
Genaro Codina comienza a mostrar su genio musical
Genaro Codina era un tipo menudito, de ademanes y hablar pausado, pelo cortado al rape, gruesos lentes debido a su miopía, sobre sus labios lucía un espeso mostacho, un tipo sumamente educado y cortés que tenía una enorme inspiración y que a pesar de no ser un hombre atractivo físicamente, sabía enamorar a las mujeres con las palabras, ademanes y actitudes propias de un caballero, como lo era él; así fue como cayó bajo sus encantos la señorita Mariana González, con quien contrajo matrimonio, emparentando políticamente con otro reconocido compositor zacatecano, el Maestro Fernando Villalpando Ávila, quien estaba casado con la hermana de su esposa Mariana, eran concuños y a quien Genaro no conocía y con quien inició una entrañable amistad.
Así, de esa manera Genaro Codina ingresó al selecto círculo de amistades del Maestro Fernando Villalpando, quien era muy conocido por las animadas tertulias que ofrecía cada semana en su casa, a donde acudían artistas, músicos, literatos, pintores, pensadores y gente relacionada con el medio cultural y artístico de la sociedad zacatecana de la época, que formaban el círculo de amigos de Villalpando, quienes al enterarse de las composiciones y habilidades musicales de Codina le comenzaron a pedir que les interpretara algo, aunque no fuera de su autoría, esas tertulias eran amenizadas por la pianista Lola Mora y al tiempo, Genaro Codina les interpretaba varias melodías con el arpa, su instrumento favorito y el cual ejecutaba con maestría.
En 1887, Genaro Codina compuso la “Marcha Porfirio Díaz”, en honor al Presidente Díaz, quien la escuchó durante una visita a Zacatecas, interpretada por la Banda del Estado; Porfirio quedó embelesado y muy agradecido con Codina por la melodía; días después, Genaro Codina recibió por órdenes de Don Porfirio una importante cantidad de dinero como agradecimiento, acompañada del nombramiento como Jefe Vitalicio de la Oficina de la Secretaría de Hacienda en el Estado de Zacatecas, de puño y letra del Presidente Porfirio Díaz.
Se acepta el reto, “La Marcha Zacatecas” está en marcha
En esa época, Genaro atravesaba el mejor momento creativo de su vida, su esposa Mariana González y sus tres pequeñas hijas, Luz, María y Herlinda lo colmaban de una gran inspiración y las tertulias semanales en casa de su concuño Fernando Villalpando recargaban su alma; estaba Genaro Codina en el mejor momento de su producción musical, y fue justamente en esas fechas, a finales de 1891 y principios de 1892, en una de las famosas tertulias en casa de Villalpando, que se comenzó a gestar la hermosa “Marcha Zacatecas”.
Resulta que al calor de la tertulia, seguramente aderezada con una buena dosis de “piquete”, alguien de entre los asistentes habituales propuso una competencia entre Codina y Villalpando para ver quien ejecutaba mejor el arpa, Villalpando respondió que no tenía caso, pues él no era arpista y en cambio, Codina era un virtuoso del arpa; entonces otro de los asistentes propuso que como ambos eran compositores, que compitieran para ver quien componía la más bonita marcha militar en dos semanas; entonces ahora fue Codina el que respondió que era desigual, puesto que Villalpando ya era un compositor de renombre internacional y él no tenía esa renombre; Villalpando le reviró diciendo “cambiaría ese renombre que tú dices, por el respeto y la admiración que te tiene el Presidente Porfirio Díaz”
Y tenía razón Codina, la música de Villalpando ya era interpretada por orquestas en Europa, incluso el Presidente de Francia, Marie Francoise Sadi Carnot y el Zar de Todas las Rusias, Alejandro III Aleksandrovich Hesse – Darmstadt le habían comprado los derechos sobre su “Marcha Fúnebre González Ortega”, para ser interpretada durante funerales de estado en ambos países; como sea, ambos compositores aceptaron el reto y el desafío quedó concertado para que, en un lapso de dos semanas ambos compositores presentaran cada uno su marcha musical; también quedó
concertado entre todos los asistentes, que a la marcha que resultase ganadora se le pondría el nombre de “Marcha Aréchiga”, en honor al General Jesús Aréchiga Mojarro, Gobernador del Estado de Zacatecas.
“A ver que sale de l’arpa”
Al terminar la tertulia, Genaro Codina le da el brazo a su esposa y caminando hacia su casa por las bellas calles de Zacatecas, bajo una fresca noche invernal, Genaro le dice a su esposa “Ahora sí Marianita, a ver qué sale de l’arpa”, esto en relación a que Codina realizaba todas sus composiciones tocándolas en el arpa y no en el piano, como acostumbraban todos los compositores; de aquí nace también la conocida frase “a ver qué sale de l’arpa”, que usan localmente los zacatecanos para decir “a ver qué pasa”.
Comenzaron a pasar los días y la inspiración no le llegaba a Codina, todo lo que llegaba a su mente lo interpretaba en el arpa y lo desechaba de inmediato, nunca se había visto en una situación como esta, él componía por pura inspiración, ahora, estaba compitiendo por componer una marcha militar, y no podía forzar la inspiración, pues esta llega sola y cuanto más presionado se encuentre el artista, menos llega la inspiración; Codina pensó para sí mismo que ya estaba envuelto en esta situación y no había marcha atrás, así que decidió tranquilizarse y buscar su inspiración.
Por fin esta llegó, recordó que si su eposa y sus hijas eran la fuente de su inspiración, eran sus adoradas musas, pues ahí era donde debía buscar; así lo hizo Codina y una tarde salió a pasear con su esposa y sus hijas a la Alameda de Zacatecas y al Jardín de la Madre, y ahí, entre las risas y la alegría de su familia, la gente pasando, los frondosos árboles y los cantos de los pájaros, Genaro Codina se llenó de inspiración, tanta le llegó, que nada más entrar a su casa, se fue directo a escribir las notas musicales, armar la partitura musical y empezar a buscar las mejores notas y acordes en su querida arpa.
El día y la hora señalada se llegó, era el mes de enero de 1892, ese día la tertulia estaba más animada de lo normal, del selecto grupo de tertulianos, no había faltado ninguno, la casa de Villalpando bullía como nunca, todos los asistentes mediante su voto iban a ser el gran jurado que determinaría cuál de las dos marchas sería la ganadora; los dos compositores pasaron al centro de la reunión y entregaron sus partituras musicales a la reconocida pianista local Lola Mora, quien sería la encargada de interpretar ambas melodías, para posteriormente ser sometidas al escrutinio del grupo de amigos.
La pianista Lola Mora interpretó primero la marcha de Villalpando, que produjo entre los asistentes una sensación de dulzor y melancolía, pero de poca envergadura marcial y militar; enseguida procedió a ejecutar la marcha de Genaro Codina y de inmediato los asistentes sintieron un torrente gallardo y belicoso que parecía no tener fin; después de los aplausos a la interpretación de ambas melodías, se procedió al voto de los tertulianos, resultando ganadora por unanimidad la marcha de Genaro Codina a la que tal y como se había acordado, se le llamó “Marcha Aréchiga”, en honor al Gobernador del Estado.
El Maestro Fernando Villalpando, quien también era el Director de la Banda de Música del Gobierno del Estado y Director de la Orquesta Sinfónica de Zacatecas, le pidió a Genaro Codina la partitura musical de la Marcha Aréchiga para trabajar en la orquestación e instrumentación de la Marcha, debía musicalizarla y ensayarla para cada instrumento musical de la orquesta sinfónica y de la banda de música; al mismo tiempo, el Maestro Aurelio Elías, quien era Director de la Banda del Hospicio Infantil de Guadalupe, Zacatecas también hacía su instrumentación para adecuarla a su Banda, desde luego, con la autorización del Maestro Genaro Codina. Para estas alturas, ya era del dominio público el desafío entre ambos compositores por componer una marcha y también la gente pedía ya escuchar la marcha ganadora, como si la sociedad zacatecana intuyera que algo grandioso ocurriría con dicha obra musical.
… y la Marcha se estrenó
En aquella época existía una tradición muy arraigada en la Ciudad de Zacatecas, las serenatas públicas nocturnas que tanto le gustaban a la población, éstas se llevaban a cabo en la Plaza de Armas de Zacatecas, justo a un lado de la hermosísima Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Zacatecas; las serenatas eran amenizadas cada semana por la Banda de Música del Estado y por la Banda de Música del Hospicio Infantil de Guadalupe, en la que se alternaban una melodía por cada Banda, el público abarrotaba cada semana la Plaza de Armas.
En una noche de abril de 1893, durante la serenata semanal, se estrena públicamente la Marcha Aréchiga, en los días previos se había corrido la voz de dicho estreno público, así es que aquello estaba a reventar; llegó el Gobernador del Estado, General Jesús Aréchiga Mojarro a pie, como cualquier ciudadano, con su señora espsa del brazo y se buscaron un buen lugar para la serenata, en eso vió al Maestro Genaro Codina y lo llama, para decirle, “Genaro, quiero pedirle un gran favor, no eche a perder la Marcha poniéndole mi nombre, para mí es un gran honor pero para su obra es un gran error, póngale un mejor título, “La Marcha Zacatecas”” ; y así fue, las cosas comenzaron muy bien para dicha obra, cuando antes de interpretarse por primera vez, el Maestro Genaro Codina le informó al público asistente que el Gobernador Aréchiga amablemente declinaba llevara su nombre, sugiriendo el de Marcha Zacatecas, ante el aplauso del público.
Luego se interpreta la Marcha Zacatecas con las dos Bandas de Música tocando simultáneamente la obra, aquello fue en éxito rotundo, el sonido de la orquestación causó un impacto inmediato, algo tenía la melodía que el público la acogió y la adoptó de inmediato como suya, al finalizar pidieron que se tocara de nuevo; según narra el Licenciado José González Ortega, el Maestro Genaro Codina se emocionado hasta las lágrimas, le dijo al Maestro Villalpando: “no creí que fuera tan hermosa, tan bella y con tan impactante orquestación”, Villalpando le responde:”Genaro, tú me la entregaste desnuda y yo solo la vestí”.
Sinfonía finale
+ Mientras el Maestro Fernando Villalpando Ávila trabajaba en la orquestación e instrumentación de la Marcha Zacatecas, el compositor Salvador Sifuentes escribía la letra de la Marcha.
+ El Maestro Genaro Codina creó más de cuarenta obras entremarchas, polcas, valses, mazurcas y chotises.
+ Cierto día, un ciudadano alcanzó a Codina en la calle y le mostró su admiración y respeto invitándolo a tomar un trago a una cantina, Codina como pudo se zafó del compromiso; entonces el ciudadano le dio seis monedas de un centavo, equivalentes al valor de un trago “si no puede acompañarme, guárdelos como símbolo de mi admiración y respeto”, le dijo el hombre; desde ese momento y hasta su muerte, Genaro Codina siempre llevó esos seis centavos en su bolsillo, “son el mejor reconocimiento que he recibido de un ciudadano”.
+ En 1911, el General Francisco Villa decretó la Marcha Zacatecas como la marcha oficial de la División del Norte.
+ en 1915, el Presidente Constitucionalista, General José Venustiano Carranza de la Garza declaró proscrita la Marcha Porfirio Díaz, hasta el día de hoy, dicha marcha está prohibida su interpretación en eventos políticos, mitines y actos de gobierno, así como su transmisión y/o publicación por cualquier medio de comunicación impreso y electrónico.
+ Genaro Codina vivía en el #16 de la Calle de la Compañía, en 1942 el Ayuntamiento de la Ciudad de Zacatecas, cambió el nombre de la calle a Calle Genaro Codina.
+ Desde 1922 hasta su caída en 1943, el dictador italiano Benito Mussolini adoptó la Marcha Zacatecas para los eventos oficiales de su gobierno.
+ En 1934, el Emperador Lij Tafari Makonnen, Haile Selassie I de Etiopía decretó a la Marcha Zacatecas como Himno Oficial de Etiopía; la rápida intervención política y diplomática del Presidente General Lázaro Cárdenas logró evitarlo.
+ El 5 de febrero de 1957, entró en vigor el decreto mediante el que el Gobernador del Estado de Zacatecas, Francisco Epartaco García Estrada declara a la Marcha Zacatecas como Himno Oficial del Estado de Zacatecas, en su música y en su letra.
+ El luchador profesional originario de Nochistlán, Zacatecas, Pedro “El Perro” Aguayo en sus presentaciones hacía su entrada al ring en medio de las notas de la Marcha Zacatecas.
+ El 14 de octubre de 2012, en el marco del Congreso y Campeonato Nacional Charro, el presidente de la Federación Mexicana de Charrería A.C., Jaime Castruita Padilla y el Gobernador del Estado de Zacatecas, Licenciado Miguel Alonso Reyes firman la Carta de Proclamación de la Marcha Zacatecas como Himno Nacional Charro.
+ De manera no oficial ni escrita, el sentir general de la población considera a la Marcha Zacatecas como “El Segundo Himno Nacional Mexicano”.
+ El Maestro Genaro Codina Fernández fallece el 22 de noviembre de 1901 en la Ciudad de Zacatecas, sus restos descansan en el Mausoleo de los Hombres Distinguidos Zacatecanos.
Referencias Bibliográficas:
+ ieez.org.mx
+ mexicodesconocidp.com.mx
+ cronica.com.mx
+fmcharreria.org.mx
+ sacm.org.mx
+ oeinm.org
+ frontera.library.ucla.edu
+ es.wikipedia .org
