POR CARLOS JARAMILLO VELA
El saldo de la salida de AMLO y el pronóstico del arribo de Claudia Sheinbaum.
Al cierre del actual sexenio México se encuentra en un entorno de tensión tanto en lo interno como en el ámbito internacional, debido a la forma en que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha ejercido el poder durante su período de gobierno, mismo que concluirá a principios del mes de octubre, cuando lo releve en el cargo su correligionaria ideológica y política, la presidenta electa Claudia Sheinbaum. La responsabilidad del grado de polarización al que ha llegado el país es únicamente atribuible al presidente, quien a lo largo de su ejercicio de gobierno se ha manifestado en forma sistemática mediante la adopción de posturas y la implementación de acciones atípicas, así como a través de un discurso igualmente inusal caracterizado por una narrativa proclive a la beligerancia, la denostación y la discordia.
Todo el cúmulo de manifestaciones, externadas directa o indirectamente por el titular del Poder Ejecutivo, ha estado siempre orientado hacia la consecución de dos objetivos: 1. Introducir en el imaginario colectivo una doctrina ideológica nueva y distinta a la tradicional idosincracia política nacional; y 2. Monopolizar el ejercicio del poder público. Tal adoctrinamiento es un instrumento fundamental que están empeñados en concretar Andrés Manuel López Obrador y MORENA -partido fundado por él-, pues la ideologización de la colectivdad les facilitará su ruta hacia la conquista de la meta principal que es la monopolización del poder político en México.
Debido a la magnitud de esta meta final que el presidente López Obrador y MORENA se han propuesto conseguir, están determinados a ir tras ella a ultranza, sin importar la licitud ni moralidad de los medios empleados para el logro de la misma. Bajo esta lógica resultan explicables -aunque desde luego carecen de fundamentos éticos y legales- varias de las acciones y conductas que durante su mandato ha realizado el presidente. Por ser contrarios al sentido común, la moral y el orden jurídico algunos de los hechos y comportamientos desplegados por el presidente y sus partidarios, tales conductas han sido constantemente censuradas por los medios de comunicación, periodistas y analistas políticos de mayor prestigio en el país. El presidente ha reaccionado sistemáticamente ante las críticas tachando de “conservadores” y “traidores a la patria” a quienes las formulan.
Es evidente que la ilicitud, inmoralidad y ausencia de ética que han sido el sello característico de algunas de las acciones del actual gobierno de México encabezado por el presidente López Obrador, son razón suficiente para reprobar su desempeño, sin embargo, al considerar el daño que con ellas se ha causado al país al vulnerar la armonía de la convivencia social, el respeto al marco jurídico y la autonomía de las instituciones, es preciso atribuirles también el calificativo de lamentables.
Son varios los ejemplos que se pueden citar de dichas conductas y acciones indebidas, cometidas de manera directa por el presidente, u ordenadas por éste a sus correligionarios y subordinados; entre ellas se pueden mencionar: 1. Las transgresiones cometidas contra las normas constitucionales del proceso legislativo, al intentar que se aprobaran las reformas energética y electoral; 2. La desaparición de varios fideicomisos destinados a respaldar proyectos productivos o artísticos (Por ejemplo: La extinción de Financiera Rural); 3. La cancelación del programa de apoyo económico a estancias infantiles; 4. La interpelación contra el presidente de EE. UU., Joe Biden, por la omisión de invitar a los dictadores de Cuba, Nicaragua y Venezuela a la Cumbre de las Américas, organizada en ese país; y los cuestionamientos a su administración por la entega lícita de fondos de USAID a OSC mexicanas; 5. La infundada controversia con EE. UU. y Canadá, relacionada con el maíz transgénico y la generación de energía por medios contaminantes; 6. El ilegal incumplimiento de tratados internacionales y contratos en materia energética, en perjuicio de empresas nacionales y extranjeras, con las consecuentes fricciones con empresarios mexicanos y gobiernos de EE. UU. y la Unión Europea;
7. La negligencia para emprender acciones en materia de seguridad pública, y la escasa cooperación en dicho tema con EE. UU., injustificadamente amparada bajo la supuesta política denominada “abrazos y no balazos”; 8. La resistencia a cooperar con EE. UU. en materia de migración; 9. La deliberada intervención del presidente en el reciente proceso electoral de México, violando la Constitución y las normas secundarias que lo regulan; 10. La realización indebida de actos anticipados de campaña por parte de los precandidatos de MORENA, y desviación de recursos públicos en su beneficio (delito de peculado electoral) -incluyendo a la ahora presidenta electa, Claudia Sheinbaum-; 11. El absurdo enfrentamiento diplomático con España, provocado por la pretensión de disculpas con motivo del dominio colonial concluido hace dos siglos; 12. La manipulación de los contenidos de los libros de texto gratuitos para niños de escolaridad primaria, realizada con fines de adoctrinamiento ideológico-político, y sin la aprobación de la CONALITEG;
13. Los ataques a la autonomía del INE (cuando lo presidió Lorenzo Córdova) y el INAI, así como la obstaculización del funcionamiento de este último, en perjuicio del derecho humano de los mexicanos al acceso a la información y la transparencia; 14. La intromisión en la vida política de Perú, al cuestionar al Congreso de ese país por la designación de Dina Boluarte como presidenta de la nación; 15. La disminución o negación de recursos federales en perjuicio de las entidades federativas no gobernadas por MORENA (como es el caso de Chihuahua y la falta de mantenimiento a las carreteras federales, con la consecuente pérdida de varias vidas humanas); 16. Las descalificaciones e insultos cometidos contra la SCJN y el PJF, sus ministros, magistrados y jueces, así como la iniciativa de reforma para designar a los juzgadores del Poder Judicial Federal mediante voto popular, con la consecuente pérdida de independencia e imparcialidad de ese poder, así como el riesgo de retiro de inversiones extranjeras en México; 17. La pretensión de obtener una sobrerepresentación inconstitucional en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, con el objeto de obtener indebidamente la mayoría calificada necesaria necesaria para reformar la Constitución; 18. Las constantes agresiones verbales proferidas por el presidente hacia sus opositores, así como contra periodistas, críticos y analistas políticos;
19. El desmantelamiento del sistema de salud pública conocido como Seguro Popular, y el desabasto de medicamentos y equipo que hoy padece el IMSS; 20. La utilización de la UIF (Unidad de Inteligencia Financiera) y la FGR (Fiscalía General de la República) como instrumentos de persecución y represión contra políticos, líderes y activistas sociales opositores al régimen (por ejemplo: casos de chihuahuenses como el productor agropecuario Andrés Valles, y los diputados federales Mario Mata y Salvador Alcántar); 21. La obstaculización de la justicia mediante el tráfico de influencias y el uso de instituciones públicas, para brindar protección indebida a personas procesadas o acusadas por la comision de delitos (Ejemplos: caso de Francisco Garduño, Comisionado del Instituto Nacional de Migración, sostenido en el cargo a pesar de estar sujeto a juicio por la muerte de 43 migrantes en una estación migratoria de Ciudad Juárez; y Javier Corral, exgobernador de Chihuahua, rescatado indebidamente por la Fiscalía de la CDMX, para impedir el cumplimiento de una orden de aprehensión girada en su contra por el desvío de 98 millones de pesos en perjuicio del erario de Chihiuahua); etc., etc. La lista de conductas irregulares en las que han incurrido el presidente López Obrador y su gobierno es mayor a la aquí presentada.
El plan para monopolizar a largo plazo el poder político en México, que en la actualidad es llevado a cabo afanosamente, de prisa y a toda costa, por el presidente Andrés Manuel López Obrador y MORENA, coloca a México en un serio riesgo cuyas repercusiones económicas, políticas y sociales podrían significar un perjudicial retroceso en materia de democracia, derechos humanos, libertades políticas, ingresos económicos y calidad de vida, para todos los habitantes de la nación. En el trayecto hacia la concreción de tal plan, el grupo político en el poder está dispuesto a emplear cualquier medio para eliminar y acallar toda crítica u oposición que represente un obstáculo a sus intereses. La filosofía de dicho plan, a la que el presidente ha denominado “4T” (Cuarta Transformación) está a punto de transformar y trastocar de manera significativa la organización del Estado Mexicano, pues la división de poderes (sobre todo la independencia del Poder Judicial), la existencia de órganos autónomos, la estructura jurídico-política del Estado, y las libertades democráticas y derechos de los ciudadanos y los partidos políticos, que se encuentran establecidas en la Constitución para mantener el equilibrio del poder y garantizarnos a los ciudadanos el ejercicio de nuestros derechos humanos y libertades, van a desaparecer o, al menos, dejarán de existir en la forma en que hasta ahora las hemos conocido. La presidenta electa Claudia Sheinbaum ha dicho que su gobierno “construirá el segundo piso de la 4T”, para dar continuidad al proyecto iniciado por Andrés Manuel López Obrador. Así termina el sexenio de AMLO, e inicia el de Claud
ia Sheinbaum,…