JIRONES DE NUESTRA HISTORIA

 

“LA REPÚBLICA DEL RÍO GRANDE”, EL DÍA QUE COAHUILA, NUEVO LEÓN Y TAMAULIPAS TRATARON DE INDEPENDIZARSE DE MÉXICO; SUEÑO EFÍMERO, PERO LO INTENTARON.

 

Por: José Luis Jaramillo Vela

 

Inmensos territorios y poca vigilancia: una enorme tentación

 

Después de la consumación de la Independencia en 1821, la naciente República Mexicana se convirtió en un campo de batalla interna, en donde diversos grupos y personajes se disputaban el control del poder político de México. A pesar de que había un gobierno, éste aún era débil, tanto en lo político como en lo económico, por lo que las luchas internas por el poder comenzaron por todos lados.

A eso había que agregarle el inmenso territorio de México, cuyo gobierno era incapaz de ni siquiera poblarlo, mucho menos ejercer control político sobre él; y fueron justamente esas situaciones las que motivaron a la Corona Española en 1825 a lanzar una campaña para tratar de reconquistar a la Nueva España, misión en la que fracasaron de manera rotunda al ser derrotados por el Ejército y la Marina de México en la épica batalla del Fuerte de San Juan de Ulúa.

Ahora, el inmenso territorio del norte de México, muy poco poblado, muy poco vigilado y con muy poco control político, estaba bajo la atenta mirada no sólo del Gobierno de Estados Unidos, sino de agricultores, ganaderos y filibusteros gringos, así como de aventureros y mercenarios de otros países que veían aquí la gran oportunidad de reclamar y de hacerse de grandes cantidades de territorio. La situación más palpable se veía en Texas, que pertenecía a México, pero muchos agricultores, ganaderos y colonos gringos ya estaban ahí establecidos, habían alcanzado un gran desarrollo gracias a su trabajo y formaban núcleos de población que no deseaban pertenecer a México y eso comenzó a generar roces y fricciones entre mexicanos y estadounidenses por el control de la tierra y las fuentes de agua y también por el sentido de pertenencia; en lo político, los texanos gringos se rehusaban a adaptarse a las leyes mexicanas ni a realizar trámites ante el gobierno mexicano y mucho menos a pagar impuestos en nuestro país, así que este problema fue creciendo hasta el punto de estallar en una guerra.

Las Siete Leyes y la inspiración texana

 

Quienes aprovecharon muy bien esta situación fueron los líderes de los texanos, Samuel Houston y Stephen Austin que levantaron a los texanos en contra del gobierno de Santa Anna para independizarse de México; el mismo Santa Anna fue personalmente al frente del Ejército Mexicano a tratar de aplacar la sublevación texana y en realidad no es que México haya perdido esa guerra, pero sucedió que los texanos hicieron prisionero a Santa Anna y éste les firma el “Tratado de Velasco” en el que reconoce la independencia de Texas, a cambio de no ser fusilado y de obtener su libertad; así en 1836, Texas se independiza de México, creándose la “República de Texas”.

Toda esa situación, aunada al pésimo gobierno de Santa Anna, un presidente tan excéntrico como egocéntrico cuya frivolidad poco a poco fue hartando a ciertos sectores sociales; el hecho de haber aceptado firmar los Tratados de Velasco para salvar su pellejo a costa de perder Texas, había dejado un muy mal sabor a los mexicanos, quienes comenzaron a ver la verdadera personalidad de un traidor a la Patria; esa fue la primera muestra de traición, de muchas más que mostró a lo largo de su dictadura.

La gota que derramó el agua fue la disolución del Congreso y la promulgación de “Las Siete Leyes”, que borraba al federalismo e instauraba el centralismo como forma de gobierno, convirtiendo a México en una dictadura. Esta arbitrariedad de Santa Anna detonó una reacción en cadena de varios gobernadores que deseaban independizarse de México; los primeros en reaccionar fueron los Generales José Joaquín Calvo, Gobernador de Chihuahua y Francisco García Salinas, Gobernador de Zacatecas; después le siguieron los movimientos separatistas de Yucatán y Tabasco; en Sinaloa el General José de Urrea impulsaba la independización de Sonora y Sinaloa, el movimiento de Urrea se extendió hacia Tampico y de ahí prendió en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas; todos ellos obligados por las arbitrariedades de Santa Anna e inspirados en la independencia de Texas.

 

El General Antonio Canales proclama la República del Río Grande con capital en Nuevo Laredo

 

Desde 1838 se comenzaron a gestar las inconformidades en la región, los políticos, empresarios, hacendados y personajes influyentes del noreste de México estaban muy inconformes con las acciones y medidas que estaba tomando el Presidente Santa Anna y por el rumbo que estaba tomando el país; ellos no querían ser parte de ese proyecto que iba a llevar a la ruina a México, querían el poder para hacer de su región un Estado con desarrollo y prosperidad.

El 27 de marzo de 1839, el General Antonio Canales Rosillo, junto con el Coronel José María González, el Gobernador de Nuevo León Manuel María de Llano y el rico hacendado y Pastor José Antonio Zapata, apoyados por un grupo de empresarios y políticos de la región, inician una sublevación en contra del Gobierno Mexicano y del Presidente Antonio López de Santa Anna; el argumento era la desaparición de la República Federalista y la instauración del régimen centralista y autoritario que dió paso a la dictadura.

Por medio del Gobernador de Nuevo León Manuel María de Llano, contaban con el apoyo del poderoso e influyente General Santiago Vidaurri y por intermedio del General Juan Pablo Anaya, contaron con el apoyo discreto del Presidente de la República de Texas, Lamar Mirabeau Bonaparte, quien apoyó al

General Antonio Canales con tropas texanas al mando de los Generales Reuben Ross y Samuel W. Jordan, quienes se unieron a Canales en un lugar llamado Lipantitlán (actual San Patricio, Texas), en donde tenían instalado su cuartel general.

Desde ahí, comenzaron a tomar pequeñas ciudades y poblados de los Estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas y fueron avanzando en sus posiciones y ocupando parte de esos tres Estados; mientras, en la Ciudad de México, Santa Anna consideró que era una simple rebelión los ricos del noreste hasta que se dio cuenta de que le estaban ocupando cada vez más territorios de esa parte del país, entonces manda al General Mariano Arista al mando del Ejército Centralista, con la orden de apagar y acabar por completo con esa rebelión.

El 7 de enero de 1840, en Oreveña (actual Zapata, Texas) mediante una Convención Constitucional, el General Antonio Canales Rosillo proclama la instauración y el nacimiento de la “República del Río Grande”, independiente de México, declarándose como ciudad Capital en Nuevo Laredo, Tamaulipas e izando por vez primera la bandera de la nueva república; se proclama también al General Antonio Canales Rosillo como el primer Presidente Constitucional del naciente país.

Mientras, las tropas texanas de apoyo, al mando de Reuben Ross y Samuel Jordan, ya habían tomado las ciudades de Laredo, Ciudad Guerrero, Mier y Ciudad Camargo; luego ocuparon Tula, Linares y Ciudad Victoria, después en Saltillo enfrentaron al General Rafael Vázquez, quien los derrota y los obliga a replegarse a Texas.

Por su parte, el Presidente Canales era derrotado de manera consecutiva por el General Mariano Arista en Matamoros, Monterrey, Santa Rita (actual Morelos, Coahuila) y Agua Verde, Coahuila, en donde varios soldados estadounidenses son hechos prisioneros y fusilados por el General Arista; al mismo tiempo, el General Canales estaba buscando el reconocimiento del Gobierno del Presidente Martin Van Buren de Estados Unidos hacia la nueva República del Río Grande, pero viene el reclamo del gobierno gringo al ser fusilados los soldados americanos en territorio riograndense y la pregunta era porqué no cayeron mexicanos, solo gringos; esa pregunta sin respuesta provocó la frialdad de Estados Unidos hacia la República del Río Grande y hacia la República de Texas por enviar soldados americanos a pelear una guerra que no era suya.

Por si fuera poco, José Antonio Zapata, de los principales hombres del General Canales, es hecho prisionero por el General Mariano Arista y juzgado por traición a la Patria, es decapitado y su cabeza exhibida públicamente en Ciudad Mier; el Presidente, General Antonio Canales veía como su proyecto de la República del Río Grande se desvanecía poco a poco; por una parte, Estados Unidos no los reconoció como país, luego Texas les retiró su apoyo, además, nunca le pudo ganar una sola batalla al General Arista. La República del Río Grande se derrumbaba.

El día 1 de noviembre de 1840, el Presidente, General Antonio Canales y el General Mariano Arista, con la plena representación del Presidente, General Antonio López de Santa Anna, sostienen una serie de entrevistas en las que Arista le plantea a Canales que sería juzgado por traición a la patria, que no es grato ni para Santa Anna ni para el Gobierno de México; sin embargo, Arista y Canales no eran enemigos personales, fueron compañeros de armas muchos años y en muchas batallas y por ese motivo, Arista le da la posibilidad de una salida digna: que le retire a la República de Texas el apoyo que les había ofrecido a ellos, para que una vez instalada la República del Río Grande, él los apoyaría a los texanos a anexarse

Chihuahua y Nuevo México. Canales así lo hizo, retiró todo su apoyo al Gobierno del Presidente Lamar Mirabeau para esa invasión y con eso salvó su nombre como traidor a la patria.

Finalmente, el 6 de noviembre de 1840 en Camargo, Tamaulipas el General Antonio Canales Rosillo le entrega al General Mariano Arista un documento firmado, en el que ofrece su total rendición y da por disuelta la Republica del Río Grande; por su parte, el General Mariano Arista le acepta el documento con todo lo que ahí se redacta, manifestándole que su nombre ha quedado limpio de traición a la patria y le devuelve su libertad.

El General Mariano Arista procede a recuperar los tres Estados para la República Mexicana y nombra a las nuevas autoridades en cada uno de ellos.

En 1841, el General Antonio Canales solicita asilo político al Presidente de la República de Texas, Samuel Houston, quien le manifiesta que no necesita asilo político, puesto que ya no es perseguido en México. Canales no quitó el dedo del renglón y más tarde en Texas, siguió organizando grupos militares.

 

Posteriores intentos de separación

 

En 1845 Texas se adhiere como estado de Estados Unidos. Pero en 1847, el gobernador de Tamaulipas Francisco Vital Fernández revive el utópico proyecto y lo renombra como “República de la Sierra Madre”, que integraría a los mismos estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas; en eso, al concluir la Guerra México – Estados Unidos, resulta que Tamaulipas pierde otra franja de su territorio y se desinfló el proyecto.

El 12 de septiembre de 1851, José María Carvajal, quien había participado en el primer intento separatista de Canales, vuelve a intentar proclamando el “Plan de la Loba”, que criticaba las políticas aduanales del gobierno y relanza la “República de la Sierra Madre”, y junto con aventureros y guerrilleros mexicanos y mercenarios extranjeros forma el “Ejército Libertador de las Villas del Norte”, atacando la ciudad de Matamoros, pero los mismos ciudadanos ayudaron al Ejército Mexicano a defender la ciudad durante diez días, este fue un claro mensaje de que los ciudadanos ya no creían en la separación.

El 22 de mayo de 1855, el Gobernador de Nuevo León, Santiago Vidaurri lanza el “Plan de Monterrey”, que declaraba la autonomía de Nuevo León, con la intención de extenderlo a Coahuila y Tamaulipas y en 1856 se anexiona Coahuila a Nuevo León; al descubrirse del apoyo de Estados Unidos y del envío de armas desde Nueva Orleans a Tampico, es destituído como gobernador y lo sustituye el General José Silvestre Aramberri.

Esta fue la efímera República del Río Grande, que duró menos de un año y que tampoco fructificó en ninguno de sus tres intentos posteriores; de todos los intentos de separación que hubo en varios Estados de la República Mexicana, el único que se pudo llevar a cabo con éxito, fue el proyecto de la República de Yucatán, que incluso llegó a mantener relaciones comerciales y políticas con la Corona Británica.

 

Fuentes Bibliográficas:

+ infobae.com

+ historiando.org

+ memoriapoliticademexico.org

+ historiademexicobreve.com + www.orgullonuevoleon.com

+ elsoldetampico.com.mx + www.senate.texas.gov

+ thc.texas.gov

Social Media Auto Publish Powered By : XYZScripts.com