Carlos Sánchez, de 53 años, murió ahogado en el río Gila en Arizona, Estados Unidos, mientras buscaba un anillo que le había regalado su mamá.
De acuerdo a las autoridades, una mujer identificada como Laura logró salir y pedir ayuda, sin embargo, el hombre no corrió con la misma suerte.
La policía comenzó a buscar a Carlos, pero no encontró a nadie cerca del agua, luego de varias horas de búsqueda, finalmente localizaron el cuerpo de la víctima, mismo que se encontraba entre seis y 10 pies de profundidad.
Tras los hechos, los amigos de Carlos lamentaron lo ocurrido y lo calificaron de ser una buena persona.
La joven que acompañaba a Carlos el día de la tragedia, también rompió en llanto al recordarlo.
Por su parte el sargento Joaquín Enríquez, descartó que se hubiera cometido un crimen y atribuyó el ahogamiento a una fuerte corriente subterránea.