En el primero y segundo debate presidencial Claudia Sheinbaum dejó en el desamparo a los hijos de Andrés Manuel López Obrador ya denunciados penalmente por su contrincante Xóchitl Gálvez.
“Sí, si tiene pruebas –de la corrupción de Andy y Bobby López Beltrán— que las presente ante el ministerio público”, dijo el domingo 7 de abril en el primer encuentro entre los aspirantes a suceder a AMLO.
Y apenas este domingo 28, ante la misma interrogante: “Que presente su denuncia”, dijo la candidata oficialista sin mirar a quien le había reiterado la pregunta.
La llamada “corcholata”, lo mismo que quien así la motejó, soslayaron que la aspirante presidencial opositora ya pidió, desde finales de marzo, a la “autónoma” Fiscalía General de la República que investigue la presunta responsabilidad de Andrés Manuel y Gonzalo Alfonso López Beltrán y cuatro personas más, en actos de corrupción, relacionados con la proveeduría de balasto, a sobreprecio y sin la calidad requerida, para la construcción del Tren Maya.
Acusaciones de este calibre han sido presentadas en otros lares. En Países Bajos, por ejemplo, cuando la reina Juliana enfrentó las acusaciones en contra de su consorte, Bernardo, fue acusado de aceptar un soborno de la Lockheed Corporation, una empresa aeronáutica estadounidense…
… o ahí mismo, varias décadas después, cuando los príncipes Máxima y Guillermo de Holanda fueron acusados por defraudación fiscal…
… o como el caso de Iñaki Urdangarin, cuñado del rey de España, quien fue sentenciado por el Supremo de Madrid a cerca de seis años de cárcel por cometer un delito de triangulación de fondos públicos a través de la Fundación Noos, por un poco menos de la décima parte del costo de cualquier socavón mexicano. Su abogado confió a un reportero que el delito del cuñado era que, ¡desafortunadamente, el estropicio no fue cometido en México! Que si sí… ¡sí!
Y hubo consecuencias. La Infanta Cristina, su esposa, perdió automáticamente todas las prebendas del ducado de Parma, fue defenestrada de cualquier privilegio relacionado con la Corona y los dineros presupuestales que ello implica. Cualquiera que oliera a partícipe en este asunto sufrió graves consecuencias que es difícil sean remontados por cualquier otra instancia judicial española. Fue un asunto de interés público, y estuvieron en jaque los borbones.
Mientras, aquí en el rancho grande, toda esa peccata minuta de la corrupción ha pasado a ser anécdota de lo chusco, formas manipuladas para encubrir los daños mayores de una rapiña que sistemáticamente ha minado con la estructura de la democracia, la integridad de las víctimas, el poco prestigio del país. ¡Adelante con los faroles!
Un fiscal realmente autónomo
Es tan profunda la desconfianza del respetable hacia la honorabilidad del sistema de procuración y administración de la justicia que la ciudadanía está consciente de que, de ganar Sheinbaum en las urnas, los hijos de López Obrador se irán de rositas, a menos que la presión social y la necesidad de marcar una separación de su “destapador” la obligue a perseguir a sus cercanos y parientes.
No sucedería lo mismo en caso de que sea Gálvez quien se alce con el triunfo electoral y, por consiguiente, pueda nombrar un fiscal general que verdaderamente sea autónomo del Ejecutivo. La antítesis de Alejandro Gertz, quien está al servicio de López Obrador.
Como sea, ahora mismo los hijos de AMLO se encuentran a las puerts de la indefensión.
Y es que, en efecto, se cae en excesos en la búsqueda de la aplicación correcta de la ley y la consecución de la justicia. La corrupción lo invade todo, hasta las suspicacias.
Pero esas son resacas de otra borrachera. Como México no hay dos. Así que la FGR tiene que brincarse todas las nopaleras y decidir si existe o no la evidencia en juego, puesta sobre el tapete por los medios de comunicación que han dado cuenta del tráfico de influencias de Andy y Bobby para enriquecer a sus amigos, en lo que muy seguramente llevan participación. Las tajadas más grandes del pastel de la corrupción para ellos, por supuesto.
Lo cierto es que Andy y Bobby están metidos hasta las orejas que portan. Nadie los puede salvar de su culpabilidad comprobada en todas sus formas y presentaciones. La campaña ha demostrado que pueden ser clones en potencia, émulos perfectos de otro sinvergüenza de siete suelas que ya padecimos, el torvo Carlos Salinas de Gortari. Y ya no está el horno para esos impúdicos bollos.
Más le hubiera valido a AMLO no haber propiciado la candidatura de Xóchitl Gálvez al cerrarle las puertas de Palacio Nacional. Su postulación sólo ha servido para exhibir públicamente las miserias de sus familiares directos. Le levantaron las faldas. Sólo falta que se conozca quien fue su abuelo.
La venganza social, indignada por el incumplimiento del compromiso de acabar con la corrupción, si Xóchitl gana, sería llevar a los hijos de AMLO a la cárcel.
Sólo un fraude los salvaría
Los cuatroteros confían en ganar el 2 de junio. Apuestan a boletas manipuladas, a la compra de identificaciones electorales, a todos los sortilegios de sus mapaches ignorantes, a las cantidades absurdas de nuestro dinero que gastarán en la compra de conciencias, vaya, hasta en lápices para votar cuyos trazos pueden borrarse minutos después de haber sido marcados en la urna.
Su objetivo es repetir a nivel nacional el cochinero electoral del Estado de México, confiando en que han provocado la abstención de millones de mexicanos, hartos de tanto estiércol en las campañas y en los procedimientos históricos del marranero. No saben la que les espera.
El veredicto de la conciencia nacional ha sido dado.
Y es que también aquí se cuecen habas, cuando el daño es irreparable e insoslayable. ¡Todos a la báscula!
¿No cree usted, estimado elector?
Indicios
Del segundo debate presidencial puede sintetizarse: 1) Sheinbaum, lideresa indiscutible en las encuestas y no por pocos puntos, los modelos le asignan una gran probabilidad de ganar y hacerlo incluso con mayoría en el Congreso. Aunque no ha salido bien librada de los dos debates. En el primero la regañaron por no defender al gobierno de la 4T. En el segundo se le pasó la mano y quedaron al descubierto sus mentiras al respecto. La lógica decía que iría a cuidar la ventaja, a arriesgar poco e incluso a tratar de que los otros candidatos se pelearan entre ellos. No fue así… 2) Gálvez: Después del fracaso del primer debate, el cambio de estrategia le ha dado resultados y ha crecido, no al ritmo que requiere para alcanzar al primer lugar. Previo al debate, sus ataques en declaraciones han sido contra Sheinbaum, aunque en spots ataca directamente a AMLO… 3) Máynez. Aunque ha intentado por todos los medios figurar en forma importante, su campaña no ha levantado como para ver en él a un competidor. En el anterior debate logró dar la nota chusca, así que era de esperar que lo volviera a hacer. * * * Y por hoy es todo. Reconozco que haya leído hasta aquí. Como siempre, además, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!