Chihuahua, Chih.- Durante el primer aniversario luctuoso de los sacerdotes jesuitas acribillados en Cerocahui, municipio de Urique, el año pasado, El presidente municipal de Chihuahua, Marco Antonino Bonilla, habló sobre la ejecución de José Noriel Portillo, alias»El Chueco»; el criminal mantenía sobre la población victimada psicológicamente, una vez, confirmado su deceso, el funcionario comentó que la comunidad comenzó una nueva etapa de «regeneración del tejido social«.
El mandatario, reconoció el trabajo efectuado por la Fiscalía General del Estado (FGE), a través de elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), por la constante captura de operadores vinculados al occiso, así como del desmantelamiento de célula criminal.
También, reconoció el trabajo de la gobernadora, Maru Campos, pues tomo «el toro por los cuernos» y «mano dura«en contra del acceso financiero del grupo criminal, y que terminó por fragmentar la cohesión del mismo, para finalmente ser desarticulado.